Hace 15 años años, Steven Seagal estaba Por encima de la ley . Hoy está Buscando justicia. El actor, músico y maestro de aikido --un arte marcial-- (en la foto en una escena de la película Alerta máxima ) ha sido víctima de la Mafia. El caso que le ha llevado a declarar en un tribunal del barrio neoyorkino de Brooklyn empezó cuando el actor rompió a finales de los 90 sus lazos profesionales con Julius Nasso, que había coproducido algunos de sus trabajos. Este llevó sus quejas sobre el actor a Anthony Sonny Ciccone, capo de los Gambino, una de las familias mafiosas de Nueva York.

El actor empezó a ser extorsionado. "Trabaja con Julius y nos repartiremos el pastel", llegó a decirle Ciccone, que exigía al actor tres millones de euros. Las amenazas fueron recogidas por los micrófonos del FBI. Ahora que el clan se enfrenta a 67 cargos criminales, dos de ellos son por extorsión a Seagal.

EL ACTOR PAGO A OTRO CAPO

Pero el actor no denunció a los Gambino. En su lugar, pagó 10.000 euros a otro capo para que intercediera. La idea era buena. El método, no. Y por eso tuvo que asegurarse la inmunidad antes de declarar, obligado por una orden judicial. Seagal no quería subir al estrado: "Si quieres seguir haciendo películas no empiezas una guerra con esta gente". Al final, lo hizo el martes, tras dejar en las puertas del juzgado una de las pistolas que "siempre" lleva en Nueva York.