A los taxistas no les basta con las cálidas promesas del Gobierno. Quieren leer un compromiso más concreto del Ministerio de Fomento contra la competencia de las plataformas Uber y Cabify, y que sus exigencias de limitación de nuevas licencias VTC se apliquen cuanto antes. El tono conciliador del secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Pedro Saura, agradó pero no convenció ni en Barcelona, ni en Madrid, donde seguirán parados en la calle, ni en Valencia, donde piensan volver a cortar la plaza de Colón, ni en A Coruña, ni en Alicante, ni en Zaragoza, ni en las ciudades vascas, ni en el resto de la geografía de la huelga del taxi.

Con gritos de «¡Ni un paso atrás!», los concentrados en el madrileño paseo de La Castellana decidieron ayer no moverse de la taponada arteria madrileña, repleta de taxis blancos. Su asamblea fue simuitánea a la de Barcelona. Los taxistas de la Castellana, cuando se enteraron de que sus compañeros catalanes también continúan, prorrumpieron en aplausos.

Los paros son indefinidos, quizá hasta el viernes. A los huelguistas no les ha parecido suficiente que Fomento asegure en una nota que «propondrá que, en el próximo consejo de Ministros, el Gobierno haga una declaración política que recoja la hoja de ruta para fijar un marco ordenado y estable que recupere el desequilibrio que se ha creado con el sector del taxi».

El secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, lo explicó más brevemente: el Gobierno hará el viernes «una declaración formal de compromiso con el taxi». Tras reunirse con representantes de las asociacionnes ANTAXI, Fedetaxi, Elite y Caracol, prometió estudiar las exigencias de los taxistas, e integrarlas en un real decreto el 15 de septiembre, y en una nueva ley para el sector que traspasará a las autonomías la capacidad de regular las licencias VTC.

Todo, «para reponer la legalidad», dijo Saura, que establecía la proporción de una licencia de VTC (Vehículo de Transporte con Conductor. Los coches de Uber y Cabify) por cada 30 licencias de taxi. El bloqueo de la proporción 1/30, que regía en el Área Metropolitana de Barcelona, por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha encendido una huelga de los taxistas barceloneses que ha sido seguida en casi toda España.

A los dirigentes de las organizaciones del taxi les han sonado muy bien las palabras de Saura, pero salieron de la reunión sin intención de levantar la huelga, pensando en prolongarla quizá hasta el consejo de ministros del viernes, o hasta este miércoles, que se reúne la Conferencia Sectorial del Transporte con las comunidades autónomas.

Falta eso, conocer la actitud de los gobiernos autonómicos. Por eso el sector se muestra cauto. Tanto Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi, como Alberto ‘Tito’ Álvarez, dirigente de Élite Taxi, creen que las promesas de Fomento dependen ahora «de la tramitación parlamentaria, y eso está como está» -Leal-, y de «lo que quieran asumir las comunidades autónomas», explicó Álvarez. El traspaso descenderá hasta los ayuntamientos. Fomento ha acordado con los taxistas, como estos pedían, que los consistorios gestionen las licencias. Y, aunque el barcelonés Tito Álvarez ha dicho: «Yo, de mi ayuntamiento me fío», el madrileño Julio Sanz, presidente de Antaxi, aseguró que conoce «muchos ayuntamientos liberales» que no estarían de acuerdo con el 1/30.

«Este es un problema estructural que ha heredado ese Gobierno, y necesitamos tiempo», dijo Saura. «Tenemos algo, pero no es suficiente», comentó Julio Sanz. «No nos serviría que el problema se solucionase en Barcelona y se creara en 16 puntos más», ha dicho Miguel Leal. «Nos gusta lo que dicen, pero se tiene que plasmar en papel y tiene que gustar a la gente que está tirada en la calle», dijo Tito Álvarez antes de salir para Barcelona. Y a los taxistas de la calle no les ha gustado.

Los taxistas de Madrid envidian la proporción 1/30 de Barcelona. Fuentes del sector afirman que hoy en Madrid la proporción ha llegado a una VTC por cada siete taxis, convencidas de que “si esto sigue así, llegará a ser de una por cada cuatro”.

FUERTE PRESIÓN / A las puertas de Fomento, en el complejo Nuevos Ministerios, se concentró este lunes una quíntuple hilera de más de 2.000 coches. Había un ambiente festivo. Mientras esperaban el final de la reunión, grupos de taxistas hablaban en corrillos, se hacían selfies, grababan vídeos para colgarlos en sus redes sociales. Pero bajo las charlas animadas corría una fuerte tensión

Hoy se reúne Saura con Unauto, la patronal de las VTC, la trinchera de enfrente. Su presidente, Eduardo Martín, se ha pasado el fin de semana pidiendo al Gobierno «que recupere el control de las calles». Los taxistas acampados se conjuraban para hacerle un ruidoso pasillo. «De aquí no se mueve nadie», repetían. «Es que nos han engañado tantas veces...», suspiraba Julio Sanz.