El juego ese del cuadrado y las diagonales de toda la vida, no; me refiero a otro asunto. Donde se juntan Noques, Arenal y Valsano. Una esquina de alambres en la que confluyen los tres dominios. Dehesas de encinas, retamas y aulagas, que se van inclinando hacia el cauce de la Fresneda. Antaño, por aquí, vivimos días de torcaces inolvidables. Como aquella mañana de ventisca y llovizna en la que nos sorprendió un palomeo esturreado que nos dejó sin cartuchos en un verbo. Estábamos Chivany y yo, al desgaire, a ver si acaso alguna liebre, cuando empezó el goteo de palomas por todas partes. Lástima de cajón de cartuchos que hubiéramos tenido. Hoy, después de la niebla mañanera, lució el sol con ganas, como las que teníamos Ari y yo de que saltara la rabona o de alguna encina volara la torcaz. Pues ni la una ni la otra. Cuando no, es que no y ya pueden venir con el Plan General de Caza en Extremadura y parecidas milongas. ¿Conocen el prospecto, ese de la Comarcalización Cinegética? “El resultado ha sido la creación de 23 comarcas cinegéticas y 5 subcomarcas con diferentes vocaciones”. Yo es que me rilo ante estas cosas. Y mejor me callo, no sea que venga un tropel de caballos y me pase por encima. Total, que le dimos un pase, la escopeta al hombro, Ari y yo, a la esquina del Valsano y ni pelo ni pluma. Otro día será.

Por cierto ¿saben los jubilados que tienen que solicitar la licencia de caza en la Consejería de Medio Ambiente? Hasta ahora, con el carnet de cazador y el dni había bastante; pero ahora no, ahora otra vez papeles. Menos mal que no nos cobran, que si no…

De todas formas habrá que estar ojo avizor, no sea que llegue la torcaz y, desde luego, desde allí se pueden hacer tiradas magníficas. El paraje donde se juntan las tres fincas. Las tres en raya.