El joven que perdió el ojo por el impacto de una pelota de goma en la celebración en Barcelona de la victoria de España en el Mundial del 2010, Nicola Tanno, ha recurrido el archivo judicial de su causa y ha señalado directamente al escopetero de la unidad Drago 201 de los Mossos d'Esquadra como autor del disparo.

Tanno --miembro de la asociación Stop Bales de Goma--, ha argumentado que, teniendo en cuenta la disposición de los vehículos antidisturbios, el disparo de la pelota de goma que lo dejó tuerto --y que dio por acreditado el juez en el auto-- "sólo pudo realizarse por el escopetero del Drago 201 o el del 202", siendo el primero de los dos el único que reconoció ante el juez haber disparado.

Tanno también afirma que, ateniéndose a las testificales y documentales, el disparo tuvo que venir del lugar donde se encontraban estas dos unidades, a una distancia aproximada de unos 30 metros y de forma directa, lo que significa un "incumplimiento grave". Además, explica que, aunque es difícil alcanzar un objetivo concreto con estas escopetas, varios testigos vieron a un policía apuntar y disparar, y hacerlo sobre una masa compacta de personas asegura "un grado muy elevado de certeza del impacto".

El joven italiano también ha alegado en su recurso que "a la luz de las declaraciones" de los propios agentes, no sólo se produjeron tres disparos como sostiene el juez, sino probablemente más. Por ello, ha solicitado que se reabra la instrucción para pedir la declaración como testigos de los conductores de los furgones Drago 201 y 202 para determinar en qué momento se separaron de los vehículos 200 y 213, y la de los cabos de las unidades supuestamente implicadas "vistas las contradicciones en las testificales con respecto al jefe de equipo".

También ha pedido que se analice la distancia entre las unidades Drago 201 y 202 y el propio Tanno, y ha solicitado que se analicen las grabaciones de las órdenes realizadas y recibidas por emisora, en referencia al desplazamiento de las unidades y a las autorizaciones de disparos.

Disturbios en otro lugar

Tanno también ha asegurado en el recurso que el disparo "en ningún caso puede responder a una actuación permitida", ya que en el bar donde se encontraba no había ningún disturbio ni altercado que permitiese el uso de pelotas de goma. Según el joven, "todos los testigos" señalan que en la zona del bar no se estaban produciendo disturbios y que, como reconocieron los propios Mossos, estos estaban ocurriendo en otro lugar.

El titular del Juzgado de Instrucción 27 de Barcelona, Francisco Xavier Paulí, archivó la causa contra un sargento y un cabo de los Mossos, tras no poder conocer el autor del disparo. "No se ha podido determinar qué agente escopetero lanzó la pelota de goma, distancia desde la que se efectuó y dirección del disparo", concluyó en el auto, en el que también indicó que no se había podido saber si el disparo fue hacia el suelo o directo, como refirió algún testigo.