A Yon González (Guipúzcoa, 1986) le ha sentado muy bien permanecer internado seis temporadas para poder aprender el oficio. El actor vasco reconoce que su personaje de Iván en El internado (todos los lunes, a las 22.15 horas, en Antena 3) le ha ayudado a curtirse y a convencerse de que esto es lo suyo.

--¿Qué le separa del personaje que interpreta en la serie?

--Iván sabe que está enfermo y, con el carácter que tiene, se lo come solito e intenta solucionarlo por sus medios. No tengo mucho en común con él, porque si tengo un problema, lo consulto y pido consejos. Además, a mí me quieren mucho y me siento muy protegido, cosa que no le sucede a mi personaje. Tampoco tengo ese carácter de mala leche que tiene Iván.

--¿Sufre con la popularidad?

--Lo llevo como puedo. No es fácil. El otro día, por ejemplo, estaba en el Museo del Prado y me encontré con una escuela entera de niñas. Fue un marrón importante. Una a una, les da vergüenza, pero las niñas en masa se emocionan y es un caos.

--¿No se cansa de la serie?

--Bueno, tengo varios proyectos para no hastiarme: una película de Xavier Villaverde que se hará en junio y otra con el director Xavi Giménez.

--Parece que se va abriendo usted camino en el cine. ¿Dónde se siente más cómodo?

--La verdad es que hay una gran diferencia entre cine y televisión. Como la única película que he hecho es Mentiras y gordas , tengo que decir que me he sentido mucho mejor tratado en televisión con El internado que en el cine. Después de lo que he vivido, me quedo con la tele.

--¿Tanto le dolió que le sacaran desnudo en Mentiras y gordas sin apenas avisarle

--No es eso. El desnudo no me incomoda si está justificado. Pero en esa película no lo estaba. Mi mala experiencia en el cine no fue por el medio en sí, sino por las personas que me encontré.

--¿Sabe que la gente de la profesión le considera uno de los actores con más futuro?

--Sí, me han llegado esas opiniones, pero nunca hay que relajarse. Igual que vienen las buenas, pueden venir las malas.

--Me imagino que esas alabanzas han contribuido a que se sienta más actor...

--Sí, estoy más tranquilo y seguro. Por un lado, me sirven de estímulo, pero por otro me dan vértigo. Pienso que cuando haga algo que no sea El internado ... Es difícil estar siempre a la altura.

--¿Qué hará al acabar la serie?

--Lo primero, hacer teatro. Me apetece muchísimo porque sé que ahí voy a crecer como actor.

--Empezó siguiendo los pasos de su hermano Aitor Luna.

--Sí. Mi hermano es un actor maravilloso. Me gusta cómo lleva su carrera: poquito a poco y de menos a más. A mí, en cambio, me han dado, de repente, casi un protagonista en una serie semanal y de calidad. No se puede decir que siga sus pasos, pero sí intento seguir su filosofía respecto a esta profesión.

--¿Qué siente al competir por la audiencia con él?

--Bueno, hemos competido en audiencia y también en algún que otro casting .

--¿Y eso?

--En la película de Villaverde el personaje estaba entre mi hermano y yo. Me eligieron por la edad, no porque sea mejor. El tiene 28 y yo, 23.

--¿No le han pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo?

--Sí, ha sido muy rápido. Ha sido estresante hasta ahora, pero ya me he relajado, porque he asumido mi profesión. Ahora ya sé que es la mía y que quiero dedicarme a ella hasta que me muera. Antes no lo tenía tan claro.

--¿Sufre usted mucho con el acoso de los paparazis?

--Es que no me gusta nada que me saquen fotos con mi novia. Tampoco me cabreo ya, porque ¿para qué? Me digo: ´¡Qué mierda!´ No debería ser así, pero lo es. Me parece estúpido que la gente se interese por tu vida, que les interese verme con mi chica paseando de la mano.

--¿Pero no cree que eso es parte del glamur de las estrellas?

--Sí, lo sé. A mí, cuando era chiquitín y no me dedicaba a esto, me gustaban las series, pero nunca le he pedido un autógrafo a nadie, porque me parece una gilipollez. ¿Para qué quiere tener alguien la letra de otro o una foto? Nunca me han llamado la atención esas cosas. Ni antes de estar en este medio ni ahora, que me gusta aún menos.

--¿Cómo le gustaría que acabase su personaje en la serie?

--Alguna vez he pensado en morirme, pero me da igual. Seguro que lo que me escriben es bueno. Hasta ahora, todo lo que me han escrito me ha gustado.

--¿No está un tanto agotada la trama de la serie después de seis largas temporadas?

--No lo creo. Creo que nos vamos a mantener bien.