La iniciativa para apadrinar palabras en desuso en castellano y en catalán se saldó con una avalancha de participantes. En total, fueron casi 22.000 (en concreto, 21.703) las personas que propusieron rescatar más de 11.000 vocablos (11.203) durante los 22 días que duró la campaña. Los promotores de la original idea, Escuela de Escritores de Madrid y la Escola d´Escriptura del Ateneu Barcelonès, seguían el pasado 23 de abril "sorprendidos" por la respuesta masiva que ha tenido el proyecto, que cobró forma de página web definitiva a modo de reserva virtual de palabras: www.reservadepalabras.org. El objetivo es llamar la atención por el empobrecimiento del lenguaje por el uso de extranjerismos o comodines que sirven para nombrar o calificar cualquier cosa.

Bochinche (tumulto, barullo) fue la más votada en castellano con 155 sufragios, seguida de gaznápiro (palurdo, simplón, que se queda embobado con cualquier cosa).

El papel de los inmigrantes ha sido decisivo en muchos casos, que han reivindicado términos que no se usan en España. Es lo que ha ocurrido con bochinche, común en países como Colombia, Argentina y Chile. La mayoría de los participantes rescataron términos de su infancia, de los usos y costumbres locales, y de profesiones que desaparecen. La campaña tuvo padrinos de honor, personajes públicos de la política, la cultura y el espectáculo que aportaron palabras en vías de extinción. Incluso hubo centros culturales, bibliotecas y responsables de weblogs que se añadieron a la campaña por iniciativa propia.

Los organizadores aún deben decidir si las páginas de internet que han abierto como reserva virtual serán interactivas y podrán recibir nuevos vocablos --la idea inicial--, o se quedarán así. También barajan la posibilidad de editar una publicación que recoja todo el material recopilado durante estas semanas. Mientras toman la decisión definitiva, organizaron un concurso de minicuentos en el que debían usarse dos palabras en castellano en vías de extinción. Todo un reto.

Los 22.000 participantes recibirán un obsequio; los votantes en castellano, el primer capítulo de Todavía tú , novela de María Tena de próxima edición, y los que apadrinaron en catalán, el cuento inédito De moment , escrito para la ocasión por Pep Albanell, escritor y profesor de la Escola d´Escriptura. Y todos recibirán una rosa. Por algo fue Sant Jordi.