El servicio canadiense de salud se encuentra en el ojo de un huracán. En diciembre entraron en vigor normativas que regulan a nivel nacional los requisitos para donar órganos en el país y las controvertidas directrices excluyen --aunque con matizaciones-- a los hombres gais que han mantenido alguna relación homosexual en los cinco años previos a la donación. La polémica estalló cuando colectivos homosexuales, estudiantiles y algunos médicos especializados en transplantes han criticado la medida, que incluye a los gais sexualmente activos en el mismo grupo de riesgo que los drogadictos intravenosos, los presos, quienes hayan ejercido la prostitución en los 5 años previos a la donación y los que en los 12 meses anteriores a donar un órgano hayan pasado 72 horas encarcelados o se hayan realizado un tatuaje o un piercing con agujas compartidas.