Es probable que la nueva entrega de El Exorcista , titulada Exorcist: The Beginning , haya sido la producción más problemática de los últimos años. Para empezar, el que iba a ser el director, John Frankenheimer, murió en julio del 2002 días antes de iniciarse el rodaje.

La productora (Morgan Creek) buscó rápidamente un sustituto, decantándose por el respetado Paul Schrader, autor del guión de clásicos como Taxi Driver o La tltima Tentación de Cristo .

Todo parecía ir sobre ruedas hasta que Schrader presentó su montaje a los productores finalizado el rodaje en Marruecos. Y es que parece ser que la versión del director era diametralmente opuesta a lo que esperaban los ejecutivos: según diversas fuentes, el filme era altamente intimista y de ritmo muy pausado, centrándose más en la crisis de fe de un joven padre Merrin que en el terror duro que se esperaba de una continuación de El Exorcista . Y Paul Schrader es despedido debido a diferencias creativas , siendo reemplazado por Renny Harlin (Pesadilla en Elm Street 4, La Jungla 2 ).

En principio Harlin debía ocuparse de rodar unas cuantas escenas adicionales que facilitasen un nuevo montaje más cercano al libreto de Caleb Carr, guionista del filme que también quedó profundamente disgustado con la primera versión. Pero se optó por empezar de cero, algo insólito y que obligó a todo el equipo técnico y artístico a desplazarse de nuevo a Marruecos. Algunos actores han comentado que la película de Harlin posee mucha más acción, sangre y vómitos que la de Schrader, y aunque está por ver el resultado final todo este asunto ha levantado gran polémica entre los aficionados a la serie.