El hambre afecta a 852 millones de personas, de las que 815 millones viven en países en desarrollo, 28 millones en países en transición y 9 millones en los industrializados, según el informe anual de la FAO (agencia de la ONU con sede en roma) sobre el estado de la alimentación en el planeta publicado la pasada semana. Entre estas cifras millonarias hay una especialmente escalofriante, cinco millones de niños mueren de hambre cada año.