Diez años y dos millones de euros se han necesitado para recuperar las estancias y los frescos de la casa de Octavio, más conocido como Augusto, máximo emperador romano. Desde el 10 de marzo el público podrá visitar --en grupos de cinco personas-- una parte de la casa donde vivió el César que apaciguó los territorios de Roma en el primer siglo de esta era. Lo hizo al son de matanzas y contubernios y, al final, proclamó la Pax Augusta.