El mensaje principal del espectáculo es el amor hacia uno mismo, sobre sí y sobre su cuerpo. Trasmitido con un lenguaje contemporáneo, actual y cruel como la vida misma para tratar el tema del acoso escolar -bullying-. La idea es conmover, agitar y transformar al público.

Menina se muestra en conflicto con el resto del mundo, con ella misma, atrapada en su cuerpo, en su entorno y en su contexto. Es la continuación lógica del Infierno hacia el Paraíso. Como si de la Divina Comedia se tratase, nuestro personaje purgara su vida para encontrarse, para reconciliarse, para liberarse. Menina es un grito desesperado y empoderado de libertad y de superación contra esta lacra social.

Menina es la historia de una, de muchas, de todas. De pequeña sus compañeros de clase empezaron a llamarle foca, ballena... Al llegar al instituto encontró su sitio, la gorda de la clase.

Durante una excursión al Museo de El Prado adquirió nuevos superlativos y calificativos. De entre todos, ella se quedó con el de Menina. Pues claro que sí -se dijo-, soy una puta obra de Velázquez.

Así que puestos a comer y a engordar, con los años ella se propuso comerse el mundo y engordar su ego encima de un escenario.