Sergio y su padre Simão no se han visto desde hace más de veinte años. Coincidiendo con el Mundial de Fútbol de 2014, Sergio regresa a su ciudad natal, São Paulo, con la intención de encontrarse con Simão y pasar con él todo el campeonato, viendo fútbol como hacían en su infancia. Conforme pasan los días, el reencuentro entre padre e hijo se adentra en un territorio imprevisible.