Insectos como ingredientes en la elaboración de productos, bacterias probióticas encapsuladas o filetes de carne impresos con tecnología 3D; son algunas de las tendencias nutritivas que estarán presentes en España la próxima década, según han resaltado representantes del sector biotech en el congreso BioSpain 2021, celebrado en Pamplona.

La décima edición de este encuentro internacional, organizado por AseBio en colaboración con el Gobierno de Navarra y la Sociedad de Desarrollo de Navarra (Sodena), ha llevado a la mesa las últimas soluciones biotecnológicas que están acometiendo startups españolas para promover hábitos de consumo sostenibles.

Ante el “aumento de enfermedades digestivas” en la población, el director de Nucaps Nanotechnology, Mariano Oto, ha explicado que apuestan por una nutrición del futuro basada en “bacterias probióticas encapsuladas”, las cuales pueden ser incorporadas en alimentos lácteos, bebidas o productos de panadería.

Oto ha anunciado que la próxima semana presentarán en Ginebra (Suiza) la primera de las bacterias encapsuladas que ha desarrollado la empresa navarra y espera que la gama de productos lácteos pueda estar disponibles en el mercado a partir de 2022.

Por su parte, el cofundador y director técnico de Tebrio, Sabas de Diego, estima que para el año 2030 el consumidor será “mucho más eficiente en el uso de los recursos” para una alimentación que contará con nuevas materias primas.

Además, ha asegurado que las investigaciones de la compañía se están centrando en la incorporación de productos para el consumo humano que tengan como protagonista al insecto Tenebrio Molitor, que habitualmente emplean como ingrediente para la alimentación animal.

“Este insecto entrará en nuestra dieta través de formulaciones o como componente de alimentos que estamos acostumbrados a consumir, ya que recientemente se ha autorizado su consumo deshidratado y en forma de harina”, ha agregado.

La jornada ha contado también con una mesa redonda en la que un panel de expertos ha analizado cuál es la situación en Europa en relación con las nuevas técnicas de secuenciación genómica (NTG).

Mayoría en el Parlamento Europeo

Un estudio elaborado el pasado mes de abril por la Comisión Europea, a petición del Consejo de la Unión Europea, ha revelado que las nuevas técnicas genómicas tienen potencial para contribuir a un sistema alimentario más sostenible, de acuerdo con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la estrategia De la Granja a la Mesa.

La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Esperanza Orellana y la diputada en el Parlamento Europeo, Clara Aguilera, han coincidido en que la Comisión va en la “línea correcta” en la aprobación de la nueva normativa adaptada al progreso científico y la innovación tecnológica.

Aguilera ha confirmado que en el Parlamente Europeo existe una mayoría suficiente aunque “no amplia” respecto a esta regulación y ha avisado de que si no se actúa pronto se podrían perder “muchos trenes”.

“Hay que apostar por una regulación de estas nuevas técnicas genómicas porque España y Europa disponen de una gran industria alimentaria que podrían beneficiarse de estas tecnologías añadiendo más competitividad al sector”, ha apostillado.

España, octava potencia mundial en producción científica de biotecnológica, ha experimentado un ascenso del 50% en inversión privada en un sector y concentra un total de 3.585 compañías.

Ante este impulso, la presidenta de AseBio, Ana Polanco, ha señalado que la industria de la biotecnología es un sector de “alta formación”, capaz de transformar “más de 940 millones de euros de inversión en I+D en puestos de trabajo de alta calidad” y crecimiento económico.

La actividad vinculada al sector supone el 0,8 % del PIB nacional, con una facturación cercana a los 12.000 millones de euros.