Se trata de uno de los postres más famosos de la gastronomía española. Muy típico en cualquier hogar y en cualquier celebración. Y es que el flan tradicional nunca falta en las casas de las familias, además de por su sabor, por sus ingredientes. Son tan comunes que siempre los tendremos en nuestra cocina. Sin embargo, es una receta que puede sufrir muchas variaciones y que ha ido a lo largo de los años evolucionando. De café, de huevo, de fruta, de caramelo, de queso de té matcha (muy de moda en estos momentos)...Sin embargo, esta vez optamos por uno tradicional, el de toda la vida.

Ingredientes:

  • Huevos
  • Leche
  • Azúcar

Paso a paso

Para preparar un delicioso flan casero, se necesita una combinación de ingredientes simples y técnicas precisas. La base del flan tradicional incluye huevos, leche y azúcar, que se mezclan suavemente para evitar la incorporación de aire y así prevenir la formación de burbujas en la textura final. El caramelo, que se vierte en el fondo de los moldes antes de añadir la mezcla, debe tener un color dorado y una capa fina para aportar el toque justo de sabor y color sin dominar el postre. El baño maría es esencial durante el horneado, manteniendo una temperatura constante en el horno, generalmente alrededor de 180 ºC, para asegurar una cocción uniforme y evitar que el agua hierva con fuerza, lo que podría afectar la textura del flan. Después de hornear, es crucial dejar reposar el flan en la nevera, idealmente durante 24 horas, para que adquiera la consistencia deseada.

Algunas recetas sugieren variaciones como el uso de leche condensada o la incorporación de sabores como limón, naranja o vainilla para enriquecer el postre. Además, existen métodos alternativos para aquellos que no disponen de horno, como la preparación en olla a presión o incluso recetas que permiten hacer flan en solo 8 minutos. Cada receta tiene sus propios trucos y secretos que pueden hacer la diferencia entre un flan común y uno excepcional. Por ejemplo, algunos consejos incluyen el uso de huevos frescos, la calidad de la leche, o el punto exacto de cocción del caramelo. El flan es un postre que ha resistido la prueba del tiempo, evolucionando con toques modernos pero siempre manteniendo su esencia clásica que lo convierte en un favorito en cualquier mesa.