Síguenos en redes sociales:

ZAPATERO

TEtscribo estas líneas cuando todavía Zapatero es un aspirante. Lo oigo en la televisión y parece un santo laico. Jamás pierde la sonrisa de cuando su madre le daba por las tardes pan con nocilla. Lo más agresivo (me refiero al tono y la fibra) son las mujeres vasca y navarra. Hasta la voz les cambia. La navarra tiene voz de tener dos cojones en lugar de dos ovarios, y por supuesto unos cojones distintos a los míos, que son normalitos y trufados de células madre feminoides, porque yo soy un conjunto de genomas donde todo me vale. Lo masculino para amar lo femenino, y esto último para quedarme con lo mejor de la mujer que debiera ser la ternura, de la que las diputadas que escucho están escasas, salvo que la tengan muy oculta, que a veces así es.

Zapatero puede dar la sensación de ser fácilmente devorado. Creo que va a ser una falsa impresión. Tendrá un día que enseñar los dientes, porque será necesario, ojalá no. Lo cierto es que da la impresión de estar ante un político antiguo, de aquéllos que se forjaron en la II República, que es lo más importante que le ha pasado a España en toda su vida. Hay que agradecerle a Zapatero una cosa, que oigas un debate y después no tengas que acudir a un optalidón . Eso es de agradecer por ahora. Pero nos queda un largo camino por delante. Como pasa siempre, lo peor es lo que se ha oído por Extremadura en boca de Floriano, sobre que Zapatero no ha nombrado para nada a Extremadura, y es que claro esta palabra no se le caía de la boca a Aznar, que yo pienso que no la pronunció jamás, ¡jamás, señor Floriano !

Estamos expectantes. Como autor de teatro ni les cuento la expectación.

*Escritor

Pulsa para ver más contenido para ti