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AVE, MEJOR TARDE Y BIEN...

TCtuando consideramos proyectos tan importantes y estructurantes para los territorios de Portugal y España, con un horizonte de vida útil del proyecto de unos 30 o 40 años, el tiempo y las demoras, aunque no lo pretendan, acaso permiten, algunas veces, jugar a favor de nosotros y de los demás. Por una parte, se abre la posibilidad de perfeccionar el modelo de construcción, tráfico y trayecto; pero, por otra, si la financiación se tiene que ir modulando y espaciando, a un ritmo normal, esto permitirá que la futurible y mayor demanda aproveche tanto o más la oferta que se construye. Asimismo, permitirá que el empresariado regional aprenda a posicionarse para tratar de rentabilizar lo más posible la construcción, la explotación, el mantenimiento y el uso de la línea.

España, aunque sigue comprometiendo, por el momento, la fecha de 2010, resulta, en función de los ritmos previstos de financiación, al fin y a la postre, también de difícil cumplimiento; y, Portugal, independientemente de las responsabilidades que se esgriman, que no es cuestión, ni interesa entrar en ellas, ya ha reconocido su incapacidad técnica para llegar a término más acá de 2013. Acaso, lo único que más debe preocuparnos es que se pueda seguir asegurando la financiación comunitaria, con estos ritmos de financiación espaciados y tardíos. Por lo demás, nos concedemos algún tiempo para tratar de abordar soluciones más eficientes: como construir una doble línea, por el mismo trazado, pero independiente para pasajeros y para mercancías, de tal manera que ni comprometamos el tiempo objetivo entre Madrid y Lisboa, pero tampoco, el mayor número de paradas posibles en Extremadura en todas o casi todas las circulaciones, que es lo que nos interesa. También puede ser positiva la demora para tener tiempo de establecer una parada en el futurible nuevo aeropuerto de Lisboa y que éste no sea en Ota, sino en Rio Frio, puesto que inicia a considerar más Portugal también a Alentejo y a Algarve, rompiendo las asimetrías regionales y posiciona el centro neurálgico del país en dirección a Madrid y a España y no en la dirección Norte de Lisboa hacia Oporto.

Y, por último, para construir, a continuación, una travesía del Estuario del Tejo, a partir de esta localización, para que llegue el grandísimo Lisboa no sólo hasta Setúbal, Sintra o Alverca, sino a Montijo y/o Barreiro. Confiamos en que, independientemente de los ciclos y cambios políticos, los estados portugués y español sepan aprovechar la financiación comunitaria y que el AVE Madrid-Lisboa esté en funcionamiento con una línea de pasajeros y otra de mercancías, en paralelo, pero separadas, en 2014 o 2015. También confiamos en que Extremadura tenga el mayor número de paradas posibles en todas las circulaciones y que sepa aprovechar todas las fases y repercusiones socioeconómicas potenciales del proyecto.

*Profesor de la Uex

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