Lectores

LA ABSTENCION DE IU

Abatir un ´Kerenski´

Víctor Rodríguez Corbacho

Mérida

Apenas había comenzado el 23 de mayo, cuando una parte de IU Extremadura celebraba la oportunidad histórica de ´abatir un Kérenski´ (político ruso progresista, jefe del gobierno de la Revolución de Febrero de 1917, y luego derrocado por Lenin en octubre de ese año). Había que cuidar muy bien todos los elementos para que la caza fuera efectiva (escenarios, soldados, armas y pertrechos) porque la deseada oportunidad era única. También había que estar al sumo cuidado de los que intervendrían en contra, tanto desde el ámbito político propio como desde el ámbito mediático. Todo transcurrió según el guión: democracia pseudorreal para las asambleas de bases y democracia real para el Consejo Político Regional (CPR). Si las asambleas no resultaban positivas para el objetivo definido, siempre estaría el CPR para alcanzarlo.

Los guionistas sabían que el CPR no rechazaría la posición que las asambleas habían decidido, y se emplearon a fondo para lograrlo. Así fue en el CPR ante 150 invitados que aplaudieron la decisión. Después vino Pedro Escobar, coordinador de IU Extremadura, a decirnos el papel decisivo de los militantes del partido comunista de Extremadura para que ganara la opción abstención en las asambleas de Montijo y Olivenza.

Escobar habló este martes en la Asamblea de los Doce Mandamientos, Refinería No y 15M, luego votó abstención con la misma amargura que lo hacía su compañero Víctor Cascos. Hoy, 7 de julio, un ´Kérenski´ será abatido porque así lo decidió una parte de IU Extremadura. Es la parte que ve y vive la caída de un ´Kérenski´ como una necesidad histórica.

MOLESTIAS VECINALES

Verano: ruido infernal

Fina Millán

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Ya han llegado los calores que, según dicen, alteran la conducta. Algunos afirman que la subida de temperaturas afecta a la resistencia psicológica, a la tranquilidad y a la paciencia humana, especialmente en las grandes ciudades. No me extraña que sea así, porque las ciudades muy pobladas se convierten en estos meses de verano en un enjambre, donde, además del agobiante calor, los ruidos, gritos y algarabía son el enemigo número uno del sosiego. No es infrecuente que los bares, y mucho más ahora que los fumadores han de salir a la calle , sean un lugar ruidoso, donde se suele hablar y gritar hasta altas horas de la noche; que al tener las ventanas abiertas, el sonido de claxons, frenadas y arranques de coches sean percibidos con una mayor agresividad; que los viandantes, en especial en fines de semana, ya sabemos por qué no respetan el descanso vecinal. Todo ello va erosionando la paciencia y las fuerzas del sufrido habitante urbano, que no encuentra el modo de conciliar el sueño. Me pregunto si no hay un modo de armonizar el justo disfrute de los que no tienen que madrugar con el imprescindible descanso del que se levantará a primera hora.

LA CRISIS

Estamos locos, ¿o qué?

Ignacio Caballero

Correo electrónico

Mientras Grecia decidía sobre el nuevo plan de ajuste que le exigía el FMI, las bolsas europeas subían como la espuma al calor de la puesta en venta del país heleno. Rebajas de verano. Al mismo tiempo, el pueblo que eligió en las urnas el gobierno griego protestaba enérgicamente contra una decisión tan desoladora que si la oposición tomara el relevo, las cosas seguirían siendo iguales o peores porque los que gobiernan son los mercados y los políticos son solamente sus morosos. En la misma semana, el presidente del Banco Central Europeo dice que es mala idea imponer una tasa a la banca por las transacciones financieras. Aunque la misma esté destinada a mejorar las maltrechas cuentas públicas europeas y paliar los desmanes del mercado, no nos podemos permitir que los pobres banqueros se pongan de morros y se vayan a otro país a invertir. ¿Estamos locos o qué?

En nuestro país, el artífice del "milagro económico español" que era Director Gerente del FMI cuando estalló la crisis y que alguna responsabilidad tuvo en esa miopía inducida que no la vio venir, es recompensado por su "buena gestión" con un sueldo de, tirando por lo bajo, 13.698 euros al día mientras pide a la gente normal que invierta sus ahorrillos en la "nueva banca".

Saca tus propias conclusiones.