El pasado año 2011 se celebró el 25 aniversario de la puesta en marcha del Programa de Vacaciones por el entonces Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Dicho programa, que nació en 1985 como un proyecto pionero y novedoso, no estuvo exento de críticas y algunas descalificaciones por las fuerzas políticas conservadoras en el Congreso de los Diputados.

Hoy, después de más de 25 años ya nadie discute las ventajas y beneficios que durante todo este tiempo, ha supuesto el programa de vacaciones impulsado por el IMSERSO para los millones de hombres y mujeres mayores, que han podido disfrutar de un merecido descanso en las más apreciadas zonas turísticas españolas.

El programa ha hecho posible el aumento de la calidad de vida de los usuarios, contribuyendo a mejorar la salud y el estado físico y emocional de los participantes en el mismo. Un programa de vacaciones que en la última temporada ofertó 1.200.000 plazas y que tuvo una valoración positiva para el 96% de los participantes y que además resulta ser uno de los pilares esenciales para el mantenimiento de la industria turística en temporada baja, contribuyendo al mantenimiento y a la creación de empleo.

Un programa que hoy está siendo ejemplo en la Unión Europea, con iniciativas muy parecidas a las de nuestro país y que está enmarcado en las líneas de actuación para un envejecimiento activo y saludable definidas por la Organización Mundial de la Salud.

XESTAMOSx ante un programa con innegables beneficios sociales y económicos. Con unas condiciones muy asequibles que hace posible que nuestros mayores disfruten de las ventajas de un bienestar al que ellos colaboraron de manera decisiva.

Hace unos días fui testigo de como una pareja de mayores pedía información sobre el programa de vacaciones 2012-2013, puesto que normalmente siempre solían aparecer las convocatorias publicadas con antelación para poder presentar la solicitud. Después de no obtener información sobre las convocatorias, se quedaron pensativos y pensaron que con tanto recorte, el Gobierno podría haber suprimido esta iniciativa.

Es lamentable comprobar como en las páginas oficiales del organismo responsable dentro del Ministerio (Imserso) sigue apareciendo como noticia más actualizada, la de la convocatoria del año pasado y es inexplicable que los mayores sigan sin tener noticias en las fecha en que nos encontramos y puedan tener la opción a seguir disfrutando de una iniciativa que ha reportado innumerables ventajas y oportunidades a las personas mayores.

Y es que con este afán de recortar allí donde se han consolidado ventajas y derechos sociales, este Gobierno a pesar de ser 2012 declarado como el Año del envejecimiento activo y de la solidaridad intergeneracional, ha pensado que después de más de dos décadas podría ser el momento de suprimirlo o de recortarlo haciendo inviable los objetivos y la filosofía con los que nació.

Hoy los políticos y el conjunto de la sociedad tenemos una deuda y un deber con los mayores: tenemos la responsabilidad y el deber de consolidar e incrementar el legado social que nos han dejado, que han construido en condiciones de mucho sacrificio y con mucho esfuerzo y que al mismo tiempo han cohesionado, reduciendo las desigualdades entre las personas y los territorios.

Por ello, sería de mucha incoherencia que en un programa que aporta riqueza y empleo, y que mejora la calidad de vida de los participantes, el Gobierno utilizara la actual coyuntura económica para llevar a cabo un nuevo recorte a los mayores, los cuales no sólo tendrán que seguir pagando después de toda una vida trabajando, sino que también podrían dejar de disfrutar del derecho a un envejecimiento activo y saludable en una etapa de su vida, con mayor dignidad y calidad, haciendo de ella un tiempo privilegiado para continuar desarrollándose como personas.