Dice unas cosas horribles la niña terrible del PP, que no es Ayuso sino Álvarez de Toledo, en un libro en el que ajusta cuentas con quienes la defenestraron, empezando por Casado y siguiendo por Egea, al que ella ve instigador de toda maldad. Entre leer a George Elliot o a Cayetana, una prefiere a la primera así que lo que sé del verso suelto conservador lo sé por la prensa y los anticipos filtrados por quien sea en este nuevo capítulo sórdido de las intrigas del principal partido de la oposición, que un día sí y otro también nos obsequia con sus trifulcas para deleite de la izquierda y desespero de los improbables votantes de centroderecha.

En un momento en que la epidemia se recrudece y el ejecutivo, que ha tenido tiempo de perpetrar leyes infumables sin consenso, no ha tenido ni tiempo ni interés en consensuar una ley de pandemia a la vez urgente y necesaria, cuando el malestar social se extiende, la inflación galopa, ERC y Bildu se empoderan, y la supuesta favorita de la izquierda a la izquierda del PSOE pide explicaciones al gobierno por lo que hace el gobierno del que ella es vicepresidenta, al más puro estilo Iglesias, que es el más puro estilo escorpión, porque está en su naturaleza, en ese momento, digo, no se le ocurre al PP más que airear sus discrepancias, mostrar las ambiciones personales de cada cual, tomarse revancha, y hasta filtrar unos chats histéricos. Que es que no están nuestros representantes trabajando por la res pública sino enzarzados en cotilleos telefónicos. Al menos los populares.

Creí en algún momento que la exportavoz del PP era un activo importante. Me parecía inteligente, valiente y con las ideas claras. Y la he admirado recientemente cuando en una entrevista en Cataluña se ha negado a ponerse el pinganillo y dejarse traducir, porque entre españoles no necesitamos traducción. Deploro ahora que quien tanto tenía que aportar haya abandonado la cordialidad y lealtad con sus compañeros de partido y aireado sus vergüenzas, anteponiendo, ella también, su interés propio al de la España que tanto dice defender.

*Profesora