La curiosa impertinente

Ganar para perder y viceversa

Carmen Martínez-Fortún

Carmen Martínez-Fortún

Al final ganó la derecha que no podrá gobernar y perdió la izquierda que gobernará gracias a la ultraizquierda independentista de Otegui y Junqueras y la derecha nacionalista rollo PNV y golpista rollo Junts. 

"Esta es España como dijo la noche más oscura Iván Redondo, recuperado como gurú de las tendencias políticas del momento, que al principio de la siniestra velada auguraba una mayoría absoluta PP-Vox

Esta es España como dijo la noche más oscura Iván Redondo, recuperado como gurú de las tendencias políticas del momento, que al principio de la siniestra velada auguraba una mayoría absoluta PP-Vox.

A esta columpiada demoscópica la ha llamado Sánchez la derrota de la involución, como si fuera progresista apoyarse en quien vive del odio a España, que debe de ser que España misma es en sí misma un concepto retrógrado. 

Repararán ustedes en los adjetivos oscura y siniestra, como columna de opinión que es esta, porque desde luego esa no era la noche que le hubiera gustado vivir a una, pero, al contrario de lo que defiende nuestro presidente, aun siendo de derechas, soy demócrata, como todos mis amigos, conocidos y familiares, que los tengo incluso de Vox –y también del PSOE y de Sumar, por cierto- y los primeros respetamos entre susto o muerte el resultado legítimo de las elecciones, sin que se nos ocurra, como a algunos de los segundos, censurar los periódicos hostiles que explotaron hasta el último minuto el falso pasado narco de Feijóo o la falsa pretensión de Vox de perseguir a mujeres, homosexuales e inmigrantes. Acostumbrada a perder está la derecha desde que hay democracia, aunque esta vez toque perder ganando. Y no pasa nada. 

Seguirán los viajes en Falcon a conciertos, que los hubo, sí, y más habrá ahora que se siente impune, el sectarismo de los medios del Estado, el fin de la separación de poderes, el abuso del decreto ley y el convencimiento presidencial de que la presidencia bien vale una misa, aunque esta sea la unidad de España. 

No sé si seguirá el señalamiento a los empresarios creadores de riqueza y a los periodistas críticos. Y tampoco si, entre los nuevos ministros encontrarán alguien más incompetente que Montero o más pelota que Bolaños. 

Disculpen mi pesimismo y disfruten de lo que queda de verano. 

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