Con permiso de mi padre

Mejor siempre la duda

¿Y qué me dicen de plantearse que a lo mejor el resultado del 23J es extraño si se compara con el del 28M?

Mercedes Barona

Mercedes Barona

Sólo sé que no sé nada, decía un filósofo cuyo nombre pronto ignorarán los aprobados forzosos de sucesivas reformas educativas, y yo siempre pensando que la duda es el mejor motor para toda civilización. Pero parece ser que no, que ahora lo que se lleva es el inmovilismo, aceptar consignas y doctrinas sin cuestionarse nada porque, si no, eres un peligroso negacionista, lo que eventualmente te conducirá a un silenciamiento social y profesional que te dejará fuera de todo.

¿Qué es eso de plantearse siquiera si lo de vacunar a los niños fue necesario? Se hace y punto. Dan igual las reacciones cruzadas posteriores, no importa que algunas farmacéuticas hayan reconocido errores, da igual todo. Se hace y punto.

La justicia de que alguien trans compita en la misma categoría que mujeres no trans y supere todas las marcas tampoco puede ponerse en duda (a no ser que seas la Peleteiro y entonces te parezca mal porque vives de ello). Nada de dudar sobre las diferencias genéticas y la superioridad física; por cierto, ninguna mujer hormonada compite contra hombres y les gana. Quizás algo falla en esta igualación por sentimientos y no por ADN.

Otro ejemplo: nada de dudar sobre la necesaria implantación masiva del coche eléctrico, aunque cueste pensar en la operación salida con un millón de automóviles parados para una hora de carga. Todos a la vez, más o menos, en Linares, Carrión de los Condes o Caparroso. La luz a un precio brutal, pero para el coche un chollo, ¿no?

¿Y qué me dicen de plantearse que a lo mejor el resultado de las elecciones nacionales es extraño si las comparamos con las autonómicas o las municipales? Herejía trumpista siquiera pensarlo, a no ser que seas el PSOE madrileño y pidas la revisión del recuento de voto extranjero.

No sé en qué momento se instauró este totalitarismo, no ya sólo para cuestiones prácticas, sino para casi toda decisión que tiene que ver con la capacidad de pensar; y lo chocante es la superioridad moral con la que algunas ideologías nos hacen creer que simplemente dudar ya es odiar, despreciar o humillar.

Creo que el ser humano tiene no ya el derecho, sino la obligación de poner en duda, discutir, cuestionarse y decidir cómo desea vivir; que nunca hay un único punto de vista y que debería existir al menos la posibilidad de replicar y exponer argumentos.

Por cierto, que el filósofo era Sócrates, y para quien no lo sepa, se le dio a elegir entre renegar de sus ideas o suicidarse con cicuta. Esperemos que no se ponga de moda otra vez esa forma de cancelación. Feliz lunes. Nos vemos en septiembre. @merbaronam

*Periodista

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