Encerado y clarión

Pasitos 'pá tras'

Saturnino Acosta

Saturnino Acosta

Disculpan que haga alusión al cuplé de una chirigota gaditana que presupongo ningún lector conocerá, pero que quizás venga muy al caso y que servirá como colofón a este artículo. El cuplé hacía referencia a la entonces, y que algunos recordarán, ley Corcuera, la llamada «ley de la patada en la puerta», ministro progresista que diríamos ahora. Esta facultaba a las fuerzas del orden a entrar en cualquier domicilio en la que se sospechase se procurase cualquier delito relacionado con el tráfico de drogas, sin necesidad de orden o autorización judicial. También hay que señalar que fue declarada inconstitucional en diciembre de 1993.

"Libertad es independencia económica con el fruto de tu trabajo y no siendo dependiente de las ayudas

Pero inconstitucional ahora o no, desearía se situaran en el contexto de aquel entonces, la brecha entre el sentir de la ciudadanía y la legislación, progre, progresista, o al revés, con más ironía o menos, pero con la misma carga de crítica.

Queremos ser los más libertarios y defensores de derechos incluso sacados del imaginario más imaginario que con tal de ser catalogados de progres y adalid cual dama del lago, con Excalibur en mano, que obviamos tanto estadísticas como libertades y derechos dependiendo de quién o a quiénes beneficien electoralmente.

Vamos a ver, y espero que no me mal interpreten, miles de millones para un ministerio de igualdad, mujer y ramificaciones, que solo ha conseguido que más de 1.200 condenados salgan antes de la cárcel y haya más víctimas que nunca. Agresiones más precoces y delitos a más corta edad. Mantener esa tendencia no es libertad ni igualdad, ni siquiera buena gestión, ni es de derechas o izquierdas. Lo que es una obviedad es que hay que cambiar hasta al pianista, no los esfuerzos o la inversión.

Libertad es que nadie irrumpa en mi casa y tenga más derecho quien me desaloja por la fuerza, o fuerce mi vivienda por la fuerza que el propio propietario. Libertad es que cada cual pueda opinar, como yo en estas líneas, sin que nadie, como algún o alguna supuesta demócrata, proponga quién considera puede o no puede escribir. Libertad es que en tu país puedas hablar tu legua oficial sin que nadie te diga que no entiende; o que en caso de rellenar hoja de reclamaciones, lo tengas que hacer en lengua vernácula de la comunidad, salvo tener incidente o confrontación.

Libertad es manifestarse, siempre lo ha sido, o hasta ahora, que al parecer es golpe de Estado o llamar a la insurrección. Libertad es poder elegir y no que te digan qué es lo que debes elegir o no crees en la libertad. 

Libertad es independencia económica con el fruto de tu trabajo y no siendo dependiente de las ayudas y subvenciones de un Estado, porque pierdes cualquier opción no sólo de rebelarte si no de pensar distinto salvo temor a pérdida de la ayuda o subvención.

Libertad es Educación con mayúsculas. La que te debe ofrecer el Estado con calidad y en cualquier parte de nuestra geografía; por eso abogo, ahora y siempre, por la escuela pública, para explotar y sacar de ti lo mejor como persona y como miembro útil de nuestra sociedad, pero también con pensamiento crítico para no ser una herramienta más del sistema y poder seguir evolucionando como sociedad. 

No es una crítica a ningún partido, como diría Voltaire, «podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo», y eso y no otro es lo que bebemos inculcar nos guste o no, gobierne quien gobierne, sin lapidación social, esa es la libertad.

En fin, como dirían mis amigos de la Chirigota: Presumen de la democracia y la libertad, Y vamos dando pasitos ¡Ahí lleva razón! Pa’traaaaaaaaaaa.