Opinión | Blanco sobre negro

Sostenella y no enmendalla

La instalación de la gigafactoría de baterías de Navalmoral está sufriendo en primera persona la inacción y mala praxis del gobierno PPVOX

Los romances del siglo XVI popularizaron esta expresión que ha llegado a nuestros días para ilustrar esa actitud donde la obstinación de alguien, por orgullo o soberbia, no rectifica su forma de actuar aunque sepa fehacientemente que está equivocado.

   El gobierno de María Guardiola en estos meses de gobierno nos ha mostrado numerosos casos de esa fijación por la conducta errática por empecinamiento en el que identificamos las fases de su duelo. En todos ellos se parte de la negación de la verdad y la actitud iracunda hacia el gobierno anterior para posteriormente verse abocados a admitir lo evidente. La posterior depresión tras comprobar la realidad le lleva a impostarla, como gobierno que ha hecho de la mentira su hoja de ruta. El círculo se cierra con la aceptación a regañadientes de la prometedora herencia recibida, desembocando en la depresión por el sentimiento de culpa por este manoseo del legado que perjudicará, por obstinación, a los ciudadanos.  

   Esta irresponsable manera de proceder puede poner en riesgo el desarrollo de proyectos que están llamados a dinamizar Extremadura. La fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo, el ecopolígono CCGreen en Cáceres, el complejo Elysium City en Castilblanco o el regadío de Tierra de Barros son un claro ejemplo de ello. 

    Esto está sucediendo con la instalación de la gigafactoría de baterías en Navalmoral de la Mata. El proyecto está sufriendo en primera persona la inacción y mala praxis del gobierno PPVOX. En primer lugar la negación de la realidad, sembrando dudas en el proyecto posibilitado por el gobierno de Guillermo Fernández Vara y hasta ejerciendo de malos agoreros sobre su viabilidad. El tiempo como buen consejero, pone a cada persona en su lugar, y así la empresa Envision ha anunciado el inicio de los trabajos de construcción en este semestre. Por su parte el Gobierno de Pedro Sánchez les ha concedido un PERTE de 300 millones apostando por generar empleo y riqueza. 

   La solvente gestión de los socialistas traerá consigo la creación de más de 4000 puestos de trabajo directos que dinamizarán la provincia de Cáceres en general y el área de influencia de Navalmoral de la Mata en particular. No obstante, para hacerlo posible se necesita empuje y trabajo por parte del apático gobierno regional para poder cumplir con los plazos del proyecto. Es enormemente grave la dejación de funciones del gobierno de María Guadiola que a día de hoy continúa inerte ante las necesidades de la región. Nada se sabe de la modificación del plan general de Navalmoral de la Mata que remedie los inconvenientes de la instalación, sus comunicaciones y las necesidades del crecimiento poblacional previsto. Tampoco se ha iniciado, como denuncian los promotores, el plan formativo que permita ofrecer los puestos de trabajo necesarios para los operarios de la gigafactoria. Siguen sin construirse las viviendas necesarias y que formaban parte de la planificación proyectada para facilitar el asentamiento de los trabajadores en el entorno. En ese afán de hacer oposición al gobierno anterior, en negar la realidad de un proyecto llamado a transformar Extremadura, no enmiendan. La inacción del gobierno PPVOX de María Guardiola está afectando negativamente a este proyecto, al que debería aportar confianza y certezas, cumpliendo con el programa acordado con los promotores en la anterior legislatura. Extremadura no puede obviar lo parte más importante del programa que no es otra que generar oportunidades, retener talento, responder a la despoblación y en suma ofrecer la oportunidad a nuestros jóvenes de apostar por esta tierra, permitiéndoles desarrollar sus proyectos vida. En la tardanza dicen que suele estar el peligro. Actúen.

Diputado Socialista de la Asamblea de Extremadura. Licenciado en Historia. Arqueólogo

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