Para muchos, la música es un estímulo más para empezar el día con alegría o sumergirse en un mundo diferente y alejarse de la realidad por momentos. Y para otros, es una forma de vida, un trabajo con el que poder ganarse la vida o simplemente de disfrutar de lo que se hace y hacer disfrutar a sus seguidores.

Un ejemplo claro de esto último es el grupo placentino Farragua, que se formó fruto de la amistad entre cuatro jóvenes que empleaban su tiempo libre en hacer música en un local de ensayo. «Hace más de 10 años nos juntábamos, tocábamos unos temas y ya, pero a mí me gusta componer y empecé a hacer algunas canciones. Como no quería que se quedaran en un cajón guardadas, pues hicimos nuestro primer disco, después de varios años tocando en diferentes sitios, y así hasta la fecha», explica Jaime Hernández, compositor y miembro de Farragua.

Su primer concierto lo dieron en el año 2011, como presentación del grupo «y tuvimos buena acogida por parte del público». Tres años más tarde, en noviembre del 2014, publicaron su primer disco, Ahora sí que estamos bien, formado por nueve canciones como Donde está el cielo, Tan diferentes o Farragua. «A la gente le gustó, y en ese tiempo dimos 60 conciertos por muchas ciudades como Murcia o Madrid, entre otras», indica este componente de Farragua.

Desde ese momento, la música y el grupo se empezó a tomar todo «más en serio» y a pensar en la música de otra manera. Siguieron ensayando, tocando en diferentes festivales y allí donde les llamaban. Ahora, cinco años después, publican su segundo álbum, Ver, oir y cantar. «Después del primero, con todo lo que costó, empezaron a salir nuevas canciones, que es lo que te nutre para montar cosas nuevas porque si no se mueren los grupos. Juntamos otros nueve temas y después de ensayarlos y ver que estábamos a gusto con ellos pues decidimos meternos en un estudio y grabarlo, porque el primero fue todo con nuestros medios».