La vitamina D es imprescindible para el organismo, ya que, entre otras cosas, favorece la fijación del calcio en los huesos, previene la osteoporosis, ayuda a combatir bacterias y virus, e incluso interviene en la síntesis de la serotonina. Un gran porcentaje de la población vive con niveles bajos de vitamina D, uno de los nutrientes esenciales para el organismo. Los expertos advierten de un alarmante descenso, lo que puede ocasionar graves consecuencias para la salud.

Causas

  • Edad: a partir de los 50 años aproximadamente la piel pierde la capacidad de producir la vitamina
  • Pasar la mayor parte del día en espacios cerrados: hogares, lugares de trabajo, bares o centros de reunión.
  • Uso excesivo de cremas protectoras del sol: es necesario utilizar este tipo de productos para evitar problemas mayores, sin embargo, se recomienda exponer pequeñas porciones de piel 15 minutos al día para beneficiarnos del sol.
  • Dieta pobre o desequilibrada y algunos medicamentos.

Síntomas

Una de las mayores complicaciones que puede generar es una pérdida de densidad ósea que provoque desde fracturas a osteoporosis, una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en España afecta a 3,5 millones de personas. Otro tipo de síntomas más leves pueden ser:

  • Dolor y debilidad muscular
  • Fatiga y cansancio, perjudicando a la calidad de vida de la persona.
  • Estado de ánimo deprimido.

¿Cómo corregirlo?

Hay que tener en cuenta que la manera de obtener vitamina D es a través de la exposición solar (se puede obtener hasta un 90%), la dieta o los suplementos (solo se puede obtener un 10%). Por lo tanto, exponernos al sol unos minutos cada día puede ayudar a mantener los niveles adecuados.

Respecto a la alimentación, los champiñones son la fuente más importante de vitamina D. Otros alimentos con pequeñas cantidades son los pescados grasos como el salmón, el atún o la caballa, el queso, los huevos, las nueces o alimentos enriquecidos como leche o cereales.

La tercera fuente de vitamina D la encontramos en los suplementos, un mercado que desde hace años va en crecimiento y que ofrece numerosas opciones. Aunque es necesario consultar con un especialista que nos aconseje ya que algunos pueden provocar náuseas, deshidratación o debilidad muscular.