Perder kilos no resulta fácil. Cientos de dietas garantizan la pérdida rápida, pero ninguna certifica el fin del efecto rebote, pero lo importante es regular la alimentación, conocer cómo funcionan en tu cuerpo los nutrientes que consumes, que se deben distribuir en 31,5% de carbohidratos, 43% de proteínas y 22,5% de grasas. Y esto es precisamente lo que hace la dieta Scardale, un régimen que sólo debe durar 14 días para garantizar su eficacia.

Este procedimiento combina una dieta proteica con una hipocalórica y, así, adelgazar hasta 7 kilos en dos semanas. ¡Ojo! Este ayuno no puede sobrepasar el tiempo marcado porque existe el peligro de sufrir deficiencias nutricionales. Pasados esos 14 días y con los kilos eliminados, deberás continuar con una dieta de mantenimientos, en la que se incluirán otros alimentos hasta alcanzar el peso ideal.

El método Scardale nació de la mano del doctor Herman Tarnower, especialista en cardiología, que diseñó este régimen para pacientes con dolencias cardíacas. Posteriormente, se percató que la dieta era extrapolable a cualquier persona, puestos que mejoraba su salud.

Con la distribución 31,5% de carbohidratos, 43% de proteínas y 22,5% de grasas se pretende no consumir más de 1.000 calorías diarias.

El menú de la dieta Scardale debe seguirse con rigurosidad, ni quitar ni añadir alimentos porque, además de adelgazar, con este plan se pretende cambiar los hábitos alimenticios y, una vez concluida, no retornar a los malos comportamientos. Como con cualquier régimen de adelgazamiento, resulta vital la disciplina, la constancia y disfrutar de los alimentos obligatorios. Y si la tentación te llama, come zanahorias crudas o apio.

El menú de 14 días

Desayuno diario:

  • ½ pomelo
  • 1 rebanada de pan proteico
  • Café/té sin azúcar ni leche

Lunes

  • Comida: Fiambres surtidos o carnes magras (pollo, pavo, etcétera) Tomates (en rodajas). Café/té o alguna bebida gaseosa dietética.
  • Cena: Pescado o mariscos magros. Ensalada mixta con las verduras y hortalizas a la elección. Una rebanada de pan proteico. Un pomelo, café o té.

Martes

  • Comida: Ensalada de frutas, tanta como desee. Café o té.
  • Cena: Dos hamburguesas de carnes magras a la parrilla. Tomates, lechuga, apio y pepinos. Café o té.

Miércoles

  • Comida: Ensalada de atún o salmón aderezada con limón y vinagre. Pomelo o melón. Café o té.
  • Cena: Cordero asado. Ensalada de lechuga, tomate, pepino y apio. Café o té.

Jueves

  • Comida: Dos huevos cocidos, queso blanco. Tomates en rodajas y una rebanada de pan proteico. Café o té.
  • Cena: Pollo a la parrilla, espinacas salteadas con ajo. Café o té.

Viernes

  • Comida: Rodajas de queso blanco, espinacas (todas las que quieras). Una rebanada de pan proteico. Café o té.
  • Cena: Pescado o mariscos magros. Ensalada mixta de vegetales frescos (toda la que quieras). Café o té.

Sábado

  • Comida: Ensalada de fruta (la cantidad que quieras). Café o té.
  • Cena: Pollo o pavo asado. Ensalada de lechuga y tomates. Pomelo. Café o té.

Domingo

  • Comida: Pollo o pavo a la plancha. Tomates, zanahorias, repollo cocido, brócoli o coliflor. Pomelo. Café o té.
  • Cena: Filete de ternera a la parrilla. Ensalada mixta con coles de Bruselas. Café o té.

Muy importante

Triunfarás si sigues a rajatabla el menú y, por ello, no debes saltarte ninguna comida, ni cambiar los alimentos de la comida por la cena o viceversa porque cada alimento te aporta los nutrientes necesarios para cada momento del día.

Añade a la comida beber mucha agua y caminar, al menos, 1,5 kilómetros al día. No hagas deportes exigentes porque las calorías que ingieres con la dieta Scardale son bajas y un ejercicio excesivo necesitaría más.