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TRIBUNALES

Treinta familias reclaman por el choque de aviones en Alemania

Dos aparatos colisionaron sobre un lago y murieron 71 personas 52 de las víctimas eran niños rusos, que iban de

Treinta familias reclaman por el choque de aviones en Alemania

Un juzgado de Barcelona tramita la reclamación de treinta familias de las 71 víctimas del accidente aéreo del Tupolev 154M, ocurrido el 1 de julio del 2002 en la zona alemana del lago Constanza. En el avión viajaban 52 niños rusos que se dirigían a Tarragona a pasar sus vacaciones. Las familias demandaron a la compañía aérea del aparato y a la empresa responsable del control de tráfico aéreo.

La demanda, por la que exigen más de 20 millones a ambas compañías, llega poco después de conocerse el informe final de los investigadores alemanes. El estudio confirma la responsabilidad de los controladores aéreos de la empresa Skyguide y la existencia de errores en las maniobras de los pilotos del avión.

La reclamación, que ha sido presentada en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona por ser el destino final del vuelo, agrupa a un total de 120 posibles beneficiarios.

Para establecer las cuantías de las indemnizaciones, los abogados de las víctimas, en su mayoría niños de entre 10 y 15 años, recogen cuatro conceptos: los daños morales causados, el daño de afección por dejar de tener a una persona y el daño económico y el material, por la pérdida del equipaje.

RESPONSABILIDAD CIVIL A pesar de que el Convenio de Varsovia establece una limitación de responsabilidad civil de 20.000 dólares (16.175 euros) por pasajero, los abogados de las víctimas, del despacho Martín Chico & Asociados, han estimado que esta limitación no es válida en este caso porque los pasajeros no recibieron información por escrito sobre dicha cuestión, tal y como exige el convenio.

El accidente se produjo después de que un Boeing 757 de la empresa DHL, en el que perdieron la vida sus dos ocupantes, colisionara con el Tupolev de Bashkirian Airlines en el que viajaban los niños. La tragedia se cebó con los demandantes, entre los que figuran casos tan dramáticos como el de un padre de familia que perdió a su mujer y a sus dos hijos en el siniestro.

El informe elaborado por las autoridades alemanas de Aviación Civil constata la negligencia cometida por los controladores del tráfico aéreo de Zúrich (Suiza), que no advirtieron a tiempo a los dos aparatos sobre la separación mínima permitida.

Además, deja al descubierto que la tripulación del Tupolev cometió un grave fallo al hacer caso de la recomendación de descender, emitida por los controladores poco antes del choque, cuando el Traffic Collision Avoidance System del avión (TCAS o sistema de advertencia de colisión) ordenaba ascender. Si los pilotos hubieran obedecido este sistema, como establece la normativa aérea, el siniestro probablemente se hubiera evitado.

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