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El logo feroz llega a Extremadura

El logo feroz llega a Extremadura

Los seres humanos hacen su primera compra importante a los ocho años y a los diez ya han memorizado 400 marcas publicitarias. Son datos recogidos por la escritora neoyorkina de 32 años Alissa Quart en su reciente libro Marcados (Editorial Debate, 238 páginas y 16.90 euros).

Los jóvenes nacidos entre 1979 y 1995 forman la Generación Y , la más explotada comercialmente de la historia: tienen tarjetas de crédito escolares, cientos de melodías para móviles, miles de marcas que los buscan sin escrúpulos... Lo importante es que el adolescente compre una identidad antes de tener la suya propia y exija a sus padres logos, no productos.

Cualquier estrategia es válida con tal de vender. En los videojuegos, los skaters aparecen vestidos con camisetas Quiksilver y los jóvenes escritores se procuran un look diseñado para triunfar (el novelista Juan Manuel de Prada confesaba recientemente que usa siempre los mismos vaqueros, el mismo tipo de camisa y que posee varias gafas iguales).

EL BUEN PAÑO Y EL ARCA La filosofía popular española sostiene que el buen paño en el arca se vende, pero esto ya no es verdad. Hoy, sin una buena imagen corporativa es difícil llegar al cliente. Extremadura ha tardado en sumarse a la carrera publicitaria de la imagen, la marca y el logotipo, pero desde hace unos años, los estudios de diseño y publicidad de la región han empezado a ser requeridos por las empresas para crear sus mensajes.

La imagen corporativa es la impresión global que una entidad provoca sobre el público a través de sus acciones y sus actividades publicitarias. El puente entre el público y la entidad es el logotipo, logo en el argot publicitario, que la representa gráficamente. Un buen logo sería esa imagen de marca fuerte y sólida que transmite confianza y con la que el público se siente identificado.

Una de las empresas extremeñas que se dedican a la creación de logos e imágenes de marca es la cacereña Creaerte. Javier Remedios es su director creativo. Fundó la empresa con Paco Movilla y empezaron creando, a principios de los 90, cartas para restaurantes como El último café, Alaska o Chiara de Cáceres y Alacena, del hotel Río de Badajoz. Han acabado trabajando para Rodilla (Madrid), para las multinacionales Bocatta World y Burguer King o para Eroski. También diseñan la famosa carta de vinos del restaurante Atrio, hacen campañas políticas en Málaga y trabajan para hospitales, entidades bancarias, empresas constructoras, grupos de vinos y bodegas, etcétera.

Entre sus últimas creaciones están la campaña Activos 8:30 para la Consejería de Cultura o la renovación de la identidad corporativa de la empresa Extremeña de Arroces, actualizando su marca para hacerla más fuerte frente a la competencia y creando un logo para la marca Guadiarroz que favorezca su lanzamiento e introducción en el mercado. En resumen: para competir con Sos, Nomen y La Cigala no basta un arroz extremeño de calidad, hay que ampararlo bajo un logo potente.

Para ello, en Creaerte se han basado en el anagrama anterior, una garza, que presentaba el inconveniente de un diseño barroco que quería comunicar demasiada información. Han mantenido la garza por su capacidad para evocar la naturaleza, pero de manera más sencilla y conceptual. Le han cambiado el pico hacia la derecha, pretendiendo crear así una orientación más positiva, y se ha girado el símbolo entero hacia arriba para transmitir más elegancia. Los resultados de este proceso se constatarán en las estanterías de los supermercados.

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