Una bronca conyugal desató el incendio de Empuriabrava

Una disputa conyugal fue el origen del incendio que el domingo causó la muerte de tres personas en un edificio de Empuriabrava, en Castelló d´Empúries (Girona). Los Mossos detuvieron, pocas horas después del siniestro, a una mujer de 31 años, Guadis Marleve V. B., acusada de provocar el incendio intencionadamente en el edificio El Sol II. El alcalde, Xavier Sanllehí (CiU), aseguró ayer que el bloque cumplía con la normativa de incendios.

La mujer, una ecuatoriana con antecedentes por hurto y tráfico de drogas, había mantenido poco antes del siniestro una trifulca telefónica con su compañero sentimental, que está en una cárcel catalana cumpliendo condena. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que el apartamento en el que se inició el incendio, en la tercera planta, había sido la vivienda de la pareja, antes de que el hombre ingresase en prisión. La mujer se había trasladado a otro piso y el siniestrado estaba deshabitado, tal y como aseguraron también ayer algunos residentes en el bloque.

Tras la fuerte discusión, y bajo los efectos del alcohol, la mujer regresó a la que fue la residencia con su pareja, destrozó completamente el apartamento y, presuntamente utilizando un líquido inflamable, prendió fuego a la casa y se marchó. Las declaraciones de varios vecinos fueron cruciales para dar con la mujer, que fue detenida a las 23.30 horas en los alrededores del edificio. En el momento de ser arrestada, aún estaba ebria.

La detenida se negó a declarar ayer por la tarde en la comisaría de la policía autonómica de Roses donde fue trasladada y está previsto que hoy comparezca ante la titular del juzgado de guardia de Figueres.

Los agentes de la policía científica estuvieron toda la mañana recogiendo restos en el piso y, por la tarde, los técnicos municipales decidieron que los 18 vecinos desalojados no podían regresar todavía a sus domicilios. El alcalde Xavier Sanllehí explicó que el inmueble se construyó en 1981 y que, dos años después, se otorgó una segunda licencia que permitía incrementar de tres a cuatro viviendas los apartamentos de las plantas tercera a la octava. Esta modificación es la que habría provocado que esos pisos fuesen de dimensiones tan reducidas.

UNA UNICA ESCALERA No obstante, prosiguió Sanllehí, "ambas actuaciones se realizaron de acuerdo con la ley contra incendios vigente en esos años". El promotor sólo tenía la obligación de hacer una segunda escalera para subir a los pisos si el bloque tenía 28 metros. Pero El Sol tiene 27,5 metros. El día del incendio, la única escalera del edificio actuó como chimenea para propagar las llamas y los vecinos, atrapados por la densa humareda, no tuvieron otro remedio que bajar por la fachada.

La norma de incendios no prevé que los inmuebles antiguos tengan que adecuarse a la actual ley, explicó el alcalde. "Es necesario abrir un debate para solucionar el problema", dijo.