Una mujer rumana de 67 años se convierte en la madre más vieja

La embarazada más anciana del mundo, la rumana Adriana Iliescu, de 67 años, dio a luz ayer a una niña sana que pesó 1.450 gramos. Los médicos decidieron practicarle una cesárea al comprobar que la otra niña que engendraba había muerto.

El bebé, que se llama Elisa María, está todavía en la incubadora, ya que su gestación ha durado apenas siete meses, pero respira por sus propios medios y ayer tomó bien su primer alimento consistente en un mililitro de glucosa.

La madre también se encuentra bien, según informó el director del Hospital Giulesti, Bogdan Marinescu, en el que se ha producido el nacimiento.

TRATAMIENTO HORMONAL Iliescu, profesora de Literatura en una universidad rumana y muy religiosa, nunca se había resignado a no tener hijos. Desde hace nueve años, seguía un tratamiento para compensar los efectos de la menopausia y para tratar de quedar embarazada al mismo tiempo.

La mujer ha recibido un tratamiento hormonal y le fueron implantados tres embriones, concebidos con óvulos donados. Aunque los tres sobrevivieron, los médicos que la trataban aconsejaron a Adriana Iliescu dejar con vida sólo dos, para asegurar que fueran viables.