Una salud frágil
Unas monjas miran hacia la habitación donde se encontraba ingresado el Papa tras la operación a la que fue sometido en 1992 (izquierda); Juan Pablo II, con un dedo lesionado en 1994 (abajo); y en Polonia, durante el viaje que realizó en 1999, con una herida que se produjo tras un aparatoso resbalón en el baño.
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