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MACROESTAFA CON LOS PERMISOS

Cien autoescuelas colocaron12.000 carnets fraudulentos

Desarticulada una red que vendía las respuestas de los exámenes teóricos En la operación hay 6

Cien autoescuelas colocaron12.000 carnets fraudulentos

Más de 12.000 conductores circulan en España gracias a un carnet de conducir que consiguieron de modo fraudulento, pagando entre 1.000 y 3.000 euros. La Guardia Civil informó ayer de la desarticulación de una organización, integrada por dueños de autoescuelas, examinadores y funcionarios de la Dirección General de Tráfico (DGT), que "vendía" las respuestas de los exámenes teóricos. Los agentes han acusado a 84 personas, de las que 24 --los principales responsables de la trama-- han sido detenidas. Un centenar de autoescuelas de 19 provincias españolas han sido clausuradas, la mayoría (47), en Cataluña.

La denominada operación Chuleta se inició en mayo del 2004 tras la denuncia de un vecino de Ceuta que dijo haber recibido una oferta para "obtener" las respuestas del examen teórico del carnet de conducir.

SIETE AÑOS ACTUANDO Los agentes de la Guardia Civil empezaron a investigar y descubrieron que los estafadores, cuyos principales cabecillas estaban ubicados en Valencia, habían ampliado la base de operaciones hasta el punto de que actuaban en 19 provincias españolas.

En todas ellas contaban con la complicidad, presuntamente, de directores de autoescuelas y examinadores que se encargaban de

"captar" a los beneficiarios de las respuestas. La banda llevaba siete años vendiendo aprobados de la prueba teórica con los que habría conseguido unos 24 millones de euros. Contaban con la colaboración de tres funcionarios de la DGT de Valencia. Estos cómplices, examinadores, se encargaban presuntamente de facilitar los exámenes teóricos que periódicamente edita Tráfico y las respuestas.

El procedimiento era el siguiente. Cada examen teórico, como relató ayer un investigador, lleva impreso un código. Cuando el alumno accedía a la sala de exámenes enviaba con su móvil un mensaje escrito con el código de su test. El comprador de las respuestas y la banda habían pactado un código de señales. Con el móvil escondido, en silencio y en el modo de vibración, si el examinado recibía una señal de llamada la respuesta era la A, dos la B, y tres la C.

El contacto de la organización se encargaba de ir enviando las respuestas en ese código pactado entre ambos. De todas maneras, la Guardia Civil aseguró que, en algunos casos, y gracias a la presunta complicidad de los examinadores de la DGT, la banda sabía qué preguntas iban a caer en determinados exámenes y lo que hacían era pasar las repuestas previamente para que los futuros conductores las memorizaran.

La operación, en la que han participado más de 500 agentes de la Guardia Civil, está siendo coordinada por un juzgado de Ceuta, sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones y el- cierre de más autoescuelas involucradas en el fraude.

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