El Ministerio de Educación revisa la oferta de plazas universitarias

El debate sobre los desajustes entre la oferta y la demanda de plazas universitarias desatado a raíz de la presentación del Atlas de la España universitaria, publicado por la Universidad de Cantabria, ha provocado ya una primera reacción del Ministerio de Educación y Ciencia, más allá del anuncio inicial de la ministra, Mercedes Cabrera, de que era necesario reconducir la situación. El máximo órgano de planificación del sistema universitario español, el Consejo de Coordinación Universitaria, decidió ayer comenzar a elaborar un estudio sobre la adecuación de la oferta de plazas a los requerimientos sociales que permita revisar el mapa actual.

El acuerdo fue adoptado en una reunión que ayer mantuvieron en Madrid el secretario general del Consejo, Félix García Lausín, con los responsables de política universitaria de las comunidades autónomas. El trabajo, según un comunicado del organismo, pretende "valorar y acordar mecanismos de cooperación" que permitan dar "una respuesta más ajustada a las necesidades formativas y científicas de la sociedad española".

Paralelamente, se han alzado otras voces que se muestran partidarias de ser restrictivos a la hora de cerrar títulos y que se inclinan por dejar un mayor margen de maniobra a las universidades para flexibilizar y diversificar la oferta, creando nuevas carreras si es preciso, como fórmula para poner remedio a los desequilibrios.

En el caso de Cataluña, la publicación del Atlas, que maneja datos del curso 2004-2005, ha puesto de manifiesto que una cuarentena de títulos universitarios contaban aquel año con menos de 20 alumnos en primer curso. Ante esa realidad, motivada en parte por la creación en los 90 de nuevas universidades públicas que han reproducido de forma casi mimética la oferta de estudios de las ya existentes, el Gobierno catalán ha avanzado que será preciso eliminar carreras con pocos alumnos.