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Una encina de campeonato

Crear un bonsái es hacer una obra de arte, pero a diferencia de otras formas artísticas, esta no está nunca acabada: esta viva y cambiante durante toda la vida. Sin embargo, conseguir el éxito en el bonsái no esta al alcance de cualquiera. Exige mucha atención y paciencia ya que progresa muy lentamente. El que sí ha tenido éxito en esta ámbito es Miguel Sáez, un emeritense que va a competir a en el VI Ginkgo bonsáis Awards 2007 con una encina.

Todo empezó en octubre de 2006, cuando su pequeña encina fue seleccionada para exponerse en el III Concurso Nacional Museo Bonsái de Alcobendas. En dicho concurso, fueron seleccionados 15 árboles para representar a España en el VI Concurso Europeo Ginkgo Bonsái Awards 2007,que se celebrará el próximo mes en Gante (Bélgica). Entre los bonsáis seleccionados, se encontraba la encina de Miguel. "Ser seleccionado para la exposición en el III Concurso Nacional era un reto importante, ya que en este concurso compiten aficionados y profesionales en el mundo del bonsái", cuenta Miguel. Por ello, el haber llegado hasta este lugar es una gran satisfacción para este aficionado de los bonsáis.

Al día siguiente de la entrega de los premios de la competición nacional, Danny Use, director del VI concurso europeo Ginkgo Bonsái Awards 2007, explicó el por qué de seleccionar a cada unos de los 15 árboles. La encina guarda su encanto en un tronco viejo, ser un árbol con movimiento y una copa que transmitía esa vejez típica de más de una de las encinas extremeñas que pueblan las dehesas. "Danny Use opinó que desde ese momento, no era necesario modificar la encina, estaba perfectamente preparada para ser presentada a un concurso a nivel europeo". Estos comentarios de Danny Use rizó el rizo de la alegría de Miguel Sáez de haber participado en el III Concurso del Museo de Alcobendas.

Ahora queda el reto, la alegría y satisfacción, todo al unísono, de llevar la encina a Gantes a mediados de septiembre. "Ello supondrá poder ver árboles de alto nivel, aprender observándolos y disfrutar de un viaje que fue un sueño en el 2006 y se transformó en realidad tan sólo un año después", dice Miguel.

En las sucesivas ediciones de los concursos nacionales de Alcobendas -cada dos años- no se pueden presentar los mismos árboles.

Por ello, Miguel comenzará a refinar alguno de los árboles que vienen trabajando desde años anteriores.

En el próximo concurso tiene la intención de presentar o bien un arce tridente, caracterizado por el color de sus hojas, o una sabina del río Ilo, cuya copa alcanza una gran densidad. Por el momento, Miguel espera con ilusión la llegada del concurso y en el año 2008 se conocerá el resultado.

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