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CLAMOR MUNDIAL POR LA CERRAZON DEL REGIMEN MILITAR.

La ayuda a Birmania se apila en el aeropuerto de Bangkok

La ONU denuncia que el régimen confisca la que envían otros países.

La ayuda a Birmania se apila en el aeropuerto de Bangkok

Una semana después del ciclón, la Junta militar que gobierna Birmania con mano de hierro sigue obstaculizando la entrada de la ayuda humanitaria internacional, y la que llega la confisca. El fenómeno meteorológico ha causado decenas de miles de muertos, pero la cifra puede multiplicarse por la cerrazón del régimen dictatorial. Hay más de millón y medio de damnificados que aguardan comida, agua potable y medicinas, que no llegan.

Entre tanto, "toneladas de material se amontonan" en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, declaró ayer a EL PERIODICO, vía telefónica, el embajador de España en Birmania, Juan Manuel López Nadal, con residencia en la capital tailandesa. "Es inadmisible que rehúsen una ayuda que los birmanos necesitan de manera imperiosa", añadió. El avión español con 13 toneladas de ayuda despegó ayer hacia Bangkok.

"El pueblo camboyano se enfrenta a dos grandes catástrofes: la tragedia del ciclón y la política de la Junta militar", afirmó López Nadal. El diplomático agregó que, según sus noticias, la población está muy enojada con el Gobierno por la parsimonia con que se distribuyen las ayudas y el bloqueo de las fronteras. "No descartaría una revuelta porque la gente está sufriendo mucho", aseguró. Por esas razones, el diplomático desaconsejó viajar a Birmania.

SIN PRECEDENTES Desde Bangkok, el portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la zona, Paul Risley, manifestó que la situación no tiene precedentes y denunció que las autoridades birmanas se han incautado de 38 toneladas de galletas energéticas enviadas a Rangún. Las autoridades impidieron que el personal de este organismo de la ONU recogiera el material en el aeropuerto y lo distribuyese en el sur del país. Tras anunciar la suspensión de los envíos, Risley reconsideró su postura y hoy despegarán de Bangkok otros dos aviones hacia Rangún.

La Junta militar ha cerrado la puerta a los centenares de cooperantes que aguardan en Bangkok, aunque admite poco a poco el material. "Birmania da prioridad a la recepción de ayuda urgente, que es trasladada sin demora a los funcionarios destinados en las zonas afectadas", afirma el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nota publicada en un diario oficial. "Birmania no está dispuesta a recibir equipos de oenegés y periodistas de países extranjeros", añade el comunicado gubernamental. Ayer llegaron 11 aviones, según la Junta, que anunció asimismo el fin del veto a la ayuda procedente de EEUU.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, desveló que llevaba una semana tratando de conversar con el máximo dirigente de la Junta militar, el general Than Shwe, pero no se le pone al teléfono. La ONU ha solicitado 120 millones de euros a la comunidad internacional para ayuda urgente a Birmania.

POSTURA "INCOMPRENSIBLE" La actitud del régimen birmano sigue provocando indignación en Occidente. "Me resulta absolutamente incomprensible que en una situación así el Gobierno militar no permita la entrada en el país de la ayuda ofrecida y urgentemente necesaria", dijo ayer la cancillera alemana, Angela Merkel. Alemania se unió a la posición francesa --apoyada también por España--, favorable a que el Consejo de Seguridad de la ONU tome cartas en este asunto en nombre del derecho de injerencia humanitaria. Pero varios de los miembros del consejo, con China --vecina y principal aliada de Birmania-- a la cabeza, se oponen. A todo ello, la Junta, impertérrita, pidió ayer un "sí patriótico" en el referendo constitucional.

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