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LAS CLINICAS TENDRAN QUE ELABORAR UN REGISTRO CON LOS RESULTADOS Y LAS COMPLICACIONES.

Andalucía dificulta el acceso de los menores a la cirugía estética

Los adolescentes deberán superar un test psicológico en un centro independiente.

Andalucía dificulta el acceso de los menores a la cirugía estética

Se acabó lo de regalar a los adolescentes operaciones de cirugía estética. Al menos en Andalucía. La Junta ha aprobado un decreto que obliga a los menores que quieran someterse a este tipo de intervenciones a superar una evaluación psicológica para determinar su madurez intelectual y descartar que su deseo de pasar por el quirófano responda a un capricho o a una distorsión de la imagen corporal. Además, se elaborará un registro confidencial para determinar con exactitud el tipo de intervenciones que se realizan con menores, las tasas de éxito, las complicaciones y los efectos secundarios.

Más allá de enfermedades y malformaciones, que sí son cubiertas por los servicios públicos, cada vez son más los jóvenes que se someten a intervenciones de estética. Al igual que los adultos, reclaman principalmente aumentos de pecho (mamoplastias), liposucciones, rellenos de labios, modificaciones de nariz (rinoplastias) y correcciones de orejas separadas (otoplastias).

Aunque no hay datos por edades, desde la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) estiman que de las casi 400.000 operaciones que se realizan en España --solo EEUU, México y Argentina superan esta cifra--, el 10% corresponden a menores que quieren mejorar su aspecto físico. Y aunque muchos profesionales prefieren no intervenirles porque son cuerpos en fase de crecimiento y los resultados no son seguros, no hay ninguna normativa que impida a los médicos operarles.

Desde la Consejería de Salud explican que la Junta ha decidido endurecer las condiciones de acceso para los más jóvenes con la intención de contrarrestar esa imagen de "inocuidad" que se ofrece en las campañas publicitarias y poner un poco de "orden y rigor" en un sector que anualmente se incrementa entre el 5% y el 10% y mueve además unos 1.400 millones de euros.

Para ello, el decreto aprobado ayer --pionero en España-- establece la obligatoriedad de someter al menor a un examen psicológico que certifique su madurez para el cambio corporal. Un examen que ya realizan algunos centros privados pero que a partir de ahora, al menos en Andalucía, tendrán que hacer profesionales al margen del centro donde finalmente se lleve a cabo la operación estética.

AUTORIZACION PATERNA En el caso de chicos menores de 16 años, la última palabra la tendrán los padres, aunque el menor será escuchado. A partir de esa edad, los pacientes podrán decidir por sí mismos y los progenitores solo serán informados. Antes de operarse, los jóvenes deberán disponer de toda la información sobre el acto quirúrgico al que se someterán, los resultados que se esperan, las consecuencias y posibles riesgos, las contraindicaciones y probabilidades de repetir la intervención en el futuro. También deberán estar al tanto de las tasas de éxito del centro y del cirujano.

La norma afecta a las clínicas, que deberán facilitar a la Administración datos sobre las operaciones para crear un registro confidencial y fiable sobre intervenciones en menores e índice de éxitos.

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