España presionó para que Mauritania abortara un intento de rescate de los cooperantes secuestrados

El riesgo de ejecución por parte de los secuestradores y la presión del Gobierno español hicieron que se abortara un intento del Ejército mauritano de liberar a los tres cooperantes españoles secuestrados el pasado 29 de noviembre, según asegura en su edición del domingo un diario argelino, El Jabar, citando a un alto mando de las fuerzas de seguridad argelinas implicado directamente en la investigación del rapto. La información fue recogida por los diarios mauritanos Le Qotidien de Nouakchott y L'Authentique Quotidien.

Según estas fuentes, un guía saharaui condujo a los militares mauritanos siguiendo el rastro de los secuestradores, que viajarían en tres vehículos todoterreno. En la noche del lunes 30, al día siguiente del ataque contra la caravana de cooperantes, los mauritanos localizaron a los secuestradores en pleno desierto, entre las localidades de Atar y Tidjikja, a unos 500 kilómetros al este de Nuakchot.

Entonces los militares se pusieron en contacto por radio con los secuestradores, que les aseguraron que cualquier tentativa de uso de la fuerza tendría como consecuencia inmediata la ejecución de los rehenes. Las autoridades españolas habían planteado que toda operación militar debía ser planeada cuidadosamente y realizada preferiblemente por fuerzas especiales occidentales especializadas en este tipo de intervenciones, explicó la fuente argelina, por lo que finalmente los secuestradores pudieron escapar. Los militares argelinos perdieron el rastro en la mañana del día siguiente, 1 de diciembre.

SIN HELICÓPTEROS DE COMBATE

Además los integrantes del Ejército mauritano no contaban con apoyo de helicópteros de combate, esenciales ante lo "extremadamente rápido" que se desplazaban los vehículos de los secuestradores, que además cambiaron en repetidas ocasiones de dirección para despistar a sus perseguidores.

Esta fuente argelina insiste también en la imposibilidad de que los secuestradores hayan logrado cruzar la frontera hacia Malí, ya que el difícil terreno y las largas distancias --entre 1.300 y 2.000 kilómetros-- hacen que se descarte esta opción, al menos hasta el jueves 3 de diciembre, ya que sólo podrían recorrer 300 ó 400 kilómetros al día. En cambio, la fuentes sostiene que es mucho más probable que los secuestradores se encuentren en la región conocida como Argh Chebacheb, entre las fronteras de Mauritania, Malí y Argelia.

Precisamente la aviación argelina habría intensificado su actividad en esta región para intentar localizar a los captores, que seguramente estén moviéndose sólo por la noche, según estas fuentes.