Una vez dio su consentimiento a la elección, el nuevo Pontífice entró en la llamada Sala de las Lágrimas, donde fue ataviado con la vestimenta papal. Al salir de la estancia, los cardenales le rindieron pleitesía y el decano le colocó el anillo del pescador. Fue entonces, una hora y cuarto después de la fumata blanca, cuando el cardenal protodiácono salió al balcón y desató el alborozo entre los fieles congregados en la plaza de San Pedro al pronunciar el habemus papam . Francisco I hizo en ese momento su primera aparición pública como nuevo Pontífice e impartió la primera bendición urbi et orbi (a la ciudad de Roma y al mundo). A partir de ahora será él quien tome las siguientes decisiones y establezca el calendario.

La tradición dice que uno de los primeros actos públicos del papado es la denominada misa de inicio del ministerio de Pedro, que se celebra en torno a tres días después de la elección. En ella apunta las primeras pistas sobre cuáles serás sus prioridades. También es habitual que conceda una audiencia al cuerpo diplomático y otra a los medios de comunicación.

En esta ocasión, la proximidad de la Semana Santa puede ser un factor de distorsión de este orden de cosas. De cualquier modo, es seguro que Francisco I presidirá las ceremonias litúrgicas tradicionales de estas fechas. Sus en todos estos actos y también en el primer Angelus serán miradas con lupa por católicos y no católicos.