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tribuna

Psicología y pseudociencias

Cuando era joven en mi familia y más tarde en clase de filosofía aprendí, en la base de nuestro comportamiento social y contra la represión de la que nuestra sociedad partía, que ser libres consistía en hacer y decir lo que quieras siempre que respetes al otro. Ese es el límite.

El artículo publicado ayer por este diario en la sección de Sociedad Los psicólogos también denuncian la intrusión de la pseudociencias transmite la zozobra actual en España y en el mundo sobre qué es Psicología y qué no lo es; y qué es un tratamiento y qué es una estafa en el tratamiento psicológico y/o psicoterapéutico. En este artículo se confunden distintos planos de esta disciplina introduciendo valores mediáticos y política social.

En palabras llanas, la Psicología es una disciplina que estudia los procesos mentales normales y las diferencias con los patológicos. No es una disciplina científica positiva, es decir, no es física, ni matemáticas ni siquiera medicina que dispone, en algunas ocasiones, de contrastación «material», evidente de sus decires. Sabemos donde está ubicada nuestra capacidad de oír, de ver, de movernos, de oler, de escribir... incluso sabemos de nuestra amígdala que responde por nuestras emociones. Pero cómo se ponen en marcha todos los procesos a la vez para que funcionemos como personas que piensan, se mueven, trabajan, disfrutan y sienten, sienten cosas que no hay forma de localizar en las células y sus agrupaciones que conocemos todavía. Cómo funciona nuestra mente hasta el día de hoy no es una cuestión científico-positiva. No creo que lo sea tampoco las de estas personas que han sido referidas en este artículo.

Para Kandel -Premio Nobel de Fisiología y Medicina--, los puntos fuertes del psicoanálisis son su alcance y la complejidad de las cuestiones que aborda. Según él, es «la visión más coherente e intelectualmente satisfactoria de la mente».

Eric R. Kandel nació en Austria en 1929, pero ha desarrollado toda su carrera en los Estados Unidos de América, donde ha sido profesor en las Universidades de Columbia y de Nueva York. Kandel es un neuropsiquiatra que ha realizado importantísimas aportaciones al conocimiento de la Fisiología de la memoria y el aprendizaje.

Entre sus numerosas publicaciones merece la pena citar Principios de neurociencia y Psiquiatría, psicoanálisis y la nueva biología de la mente.

«La idea de los procesos mentales inconscientes no es sólo importante por sí misma, también es fundamental para comprender la naturaleza del determinismo psíquico. Kandel expone ejemplos de lo que nos puede enseñar la biología sobre ellos: casos en los que lesiones del lóbulo medial temporal afectaban al funcionamiento de la memoria declarativa y en los que se demuestra el aprendizaje de nuevas habilidades perceptuales y motoras, memorias que ahora llamamos procedimental o implícita, y que son completamente inconscientes».

«Tras considerar el inconsciente implícito, Kandel pasa a considerar el inconsciente preconsciente y el inconsciente reprimido y propone que hay aspectos del inconsciente preconsciente que pueden estar mediados por la corteza prefrontal, expone las funciones de ésta, especialmente las relacionadas con la memoria de trabajo, para llegar a explicar cómo la corteza prefrontal puede participar en coordinar funciones que los psicoanalistas atribuyen a las funciones ejecutivas del ego, por una parte, y el superyó, por otra».

Yo llevo treinta años trabajando con personas y sus sentimientos y estudiando desde los 18 años casi todos los días de mi vida sobre esta alucinante cosa que somos las personas y nuestra mente y no me atrevería a afirmar determinados planteamientos como los autores del artículo de nuestro periódico que predisponen a las personas no formadas en este ámbito a posiciones y opiniones erradas.

Otra cuestión es quiénes y qué se considera profesional de la Psicología Clínica (parece que este es el tema). La psicología clínica y la psiquiatría están íntimamente relacionadas. Trabajamos con el mismo material y los mismos contenidos, la mente enferma, las personas que estructuraron formas de vivir y relacionarse fuera de la realidad o con variaciones importantes que producen dolor personal y relacional. La diferencia es que los profesionales de la Psicología estudian los procesos mentales también normales y evolutivos y plantean formas de tratamiento y alivio del sufrimiento con métodos terapéuticos sin fármacos.

Hace más de 25 años se dispusieron comisiones en Europa y en España para el consenso sobre qué era Psicoterapia y qué acreditación y formación se requería para ser Psicoterapeuta. En España la FEAP y la AEN se han encargado de asegurar un mínimo de seguridad para los pacientes o clientes de Psicoterapeutas acreditados. Los pacientes pueden ver en su registro el reconocimiento de la formación y los modelos del Psicoterapeuta.

Entiendo que este momento es una «quema de brujas», que se ha aprovechado la situación, que es propicia efectivamente para que algunas personas y profesionales cercanos a planteamientos simplistas de lo humano, de causa-efecto, de mentes concretas y donde la formación para el trabajo de estos modelos es reducida, se acerquen con odio acérrimo a los modelos humanistas. En los varios centenares de ‘terapias’ y terapeutas que no lo son han incluido al Psicoanálisis. En mayo del 33 en Berlín se quemaron en una plaza libros de autores judios. Antes de quemar los libros de Freud un funcionario leyó: «contra la sobrevaloración de la vida sexual destructora del alma en nombre de la nobleza del espíritu humano ofrezco a las llamas los escritos de un tal Sigmund Freud». Freud comentó: «¡que progresos estamos haciendo!. En la Edad Media me hubieran quemado a mí, hoy se conforman con quemar mis libros». La historia se repite.

Referencia bibliográfica: Eric R. Kandel. Biology and the Future of Psychoanalysis: A New Intellectual Framework for Psychiatry Revisited.Am J Psychiatry 1999; 156:505-524

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