Francisco Javier y Catalina Berzosa son dos hermanos unidos por sangre y por un trasplante. Francisco fue uno de los siete pacientes que durante el pasado año se benefició de una donación de riñón de donante vivo en el hospital Reina Sofía de Córdoba, siendo su donante su hermana Catalina, aunque sus otras dos hermanas, Ana y Sara, así como Pilar, su mujer, también se hicieron las pruebas por si podían ser candidatas a la donación. 

La donación de vivo y posterior trasplante se produjo el 12 de julio de 2021. Catalina ha asegurado este miércoles, durante la presentación del balance de donación y trasplantes del hospital Reina Sofía durante 2021, que se recuperó muy bien tras la donación y Francisco ha señalado que desde el trasplante ha ganado en calidad de vida. 

A este paciente le diagnosticaron en el Servicio de Nefrología del Reina Sofía una rara enfermedad genética, conocida como síndrome de Alport (patología renal que solo portan las mujeres y que solo puede ser transferida a los descendientes hombres). A Francisco le detectaron esta enfermedad a los 38 años, pero su salud estaba muy deteriorada cuando ya tenía 45 años. La especialista en Nefrología del Reina Sofía Raquel Ojeda, responsable de la consulta de trasplante renal, ha apuntado que, debido a su situación, se le explicó a este paciente las opciones de tratamiento que existían, entre las que se encontraba el injerto procedente de donante vivo. 

La especialista en Nefrología, Marisa Agüera, que está al frente de la consulta de donante vivo, ha relatado que a la consulta llegaron las tres hermanas de Francisco, dispuestas todas a ser la donante de su hermano y que, por distintos criterios, Catalina fue la elegida. 

Un acto emotivo

Francisco ha explicado que saber que podía hacerse el trasplante lo asumió con «alegría, alivio, pero también con miedo y preocupación por la salud de mi hermana Catalina». Antes del trasplante él recuerda que con frecuencia sufría síncopes, mareos, malestar, cansancio y muchos trastornos digestivos, problemas que han desaparecido. 

Francisco asumió con "alegría, alivio pero también miedo" el saber que podía hacerse el trasplante

Por su parte, su hermana Catalina, que incluso tuvo que perder peso para ser la candidata idónea de su hermano, ha manifestado que estuvo un tiempo de baja tras convertirse en donante, pero que luego empezó a hacer su vida normal y volvió al trabajo, por lo que añade que «es mucha la satisfacción que se siente después de este gesto y de ver a mi hermano recuperado». 

Antes del trasplante, las tres hermanas de Francisco fueron a su casa y le entregaron una cajita, en el que aparecía el mensaje «Soy tu donante», que fue como él supo cuál hermana había sido la elegida por el hospital. Ese momento fue muy emotivo», ha expuesto Francisco. Este paciente ha destacado la importancia de fomentar la donación de órganos, y en particular la de vivo siempre que sea posible, por tantas vidas como se pueden ayudar a salvar.