En 2023, las nóminas tendrán un nuevo impuesto. Se trata de El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que deberán pagar, a partir del 1 de enero, todos los trabajadores que se encuentren dados de alta en la Seguridad Social. Una medida que afectará a más de 20 millones de ciudadanos españoles.

Este impuesto sustituye al antiguo Factor de Sostenibilidad y es contingente y temporal. Está destinado a las pensiones y supondrá un porcentaje del salario de cada trabajador. El Gobierno ha tomado esta decisión porque prevé tiempos difíciles para los pensionistas, debido al envejecimiento de la población (en niveles disparados), el paro actual, la inminente jubilación de la generación del baby boom y especialmente, a que el fondo de reserva de las pensiones está prácticamente vacío.

Este mecanismo actúa sobre los ingresos (cotizaciones) y no sobre las prestaciones (gastos) como actuaba el derogado Factor de Sostenibilidad. A diferencia de este último, que calculaba las prestaciones en función del aumento de la esperanza de vida, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional solo se activará si es necesario y de forma temporal.

Este nuevo impuesto se aplicará como un nuevo concepto de cotización, por lo que los trabajadores verán reducidas sus nóminas en un 0,6%, los empresarios pagarán un 0,5% y los trabajadores el 0,1% restante. Este recargo en la cotización pesará también en la cuota de autónomos, cuyos sindicatos calculan que el pago medio será de unos 5 euros al mes.

Si se fija el caso concreto de trabajadores con un salario bruto de 2.000 euros, el nuevo impuesto supondría 12 euros al mes, de los que 10 euros los pagará la empresa y 2 euros el empleado. Con esto, se pretende recaudar alrededor de 22.000 millones de euros hasta 2032, fecha en la que está previsto que termine la aplicación de este nuevo impuesto.