Prostitución

La Policía Nacional desmantela un prostíbulo donde diez mujeres vivían hacinadas en Palma

La encargada, que ha sido detenida, se quedaba la mitad de los beneficios que obtenían las mujeres y les cobraba un alquiler abusivo por dormir en el piso - La vivienda había sido reconvertida en un bar donde se ofrecían servicios sexuales

Dos policías, en el prostíbulo desmantelado en la zona de Pere Garau, en Palma.

Dos policías, en el prostíbulo desmantelado en la zona de Pere Garau, en Palma. / CNP

Redacción

La Policía Nacional ha desmantelado un prostíbulo en la barriada palmesana de Pere Garau donde diez mujeres vivían hacinadaspagando alquileres abusivos por dormir allí y obligadas a entregar la mitad de sus ganancias a la encargada. La madama, una argentina de 43 años, ha sido detenida por delitos relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores. En el salón de la vivienda había montado una barra de bar para ofrecer bebidas a los clientes.

La investigación, según explicó ayer la Policía, se inició hace unas semanas durante las inspecciones aleatorias que lleva a cabo periódicamente la Brigada de Extranjería en viviendas y locales donde se ejerce la prostitución. Los agentes han comprobado que en la mayoría de estos negocios clandestinos trabajan mujeres extranjeras que están en España de manera irregular

Los dueños de estos prostíbulos, señala la Policía Nacional, se aprovechan de su situación de vulnerabilidad personal y económica por la falta de permisos para residir y trabajar en el país de forma legal. Además, muchas de ellas son madres que han dejado a sus hijos de corta en sus lugares de origen a cargo de los abuelos u otros familiares, que dependen en gran medida del dinero que ellas pueden ir enviando desde España.

Durante una de estas inspecciones preventivas, los agentes de la Brigada de Extranjería llevaron a cabo dos inspecciones en poco tiempo en una vivienda convertida en prostíbulo de la zona de Pere Garau, en Palma de Mallorca. Los policías comprobaron que allí había una decena de mujeres que ofrecían sus servicios sexuales. Aunque no eran forzadas a hacerlo, lo hacían "en condiciones gravosas", explica la Policía. Las mujeres generaban importantes ingresos con sus servicios sexuales, pero debían entregar la mitad del dinero a la encargada del negocio.

Una barra de bar en el salón de la vivienda al estilo de un bar

Además, la madama también les cobraba alquileres abusivos por permitirles dormir en el piso. Las víctimas pernoctaba en habitaciones compartidas, con literas en las se instalaban hasta cuatro mujeres. La Policía comprobó también que en el salón del inmueble se había instalado una barra de bar donde se servían copas a los puteros. El negocio, según constataron los investigadores, estaba abierto al público las 24 horas del día.

Tras estas dos inspecciones, los agentes acudieron por tercera vez al prostíbulo acompañados de funcionarios de la Inspección de trabajo y Seguridad Social. Esta vez levantaron diversas actas por infracciones administrativas y detuvieron a la responsable del negocio por delitos relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores.