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Tana Rivera 'saca las uñas' por Victoria Federica: "Hay una persona que se encuentra mal"

Cayetana Rivera y Victoria Federica, amigas desde hace años, disfrutaron de los toros el pasado viernes en Las Ventas

Tana Rivera y Victoria Federica

Tana Rivera y Victoria Federica / EP

"Oye, perdonadme, una cosa, es que ya lleváis toda la tarde, eso no es normal, ¿no?, ¿no creéis? Hola, ¿qué tal? Yo entiendo perfectamente que sea vuestro trabajo pero... entender que hay una persona que se encuentra mal. Y ahora que va a salir aquí y vais a seguir grabando... O sea, es que me parece que está fuera de lo... ya de lo... sentimental. Lo veo fuera de lo normal, la verdad. Me parece que ya rozáis la falta de educación. No me parece bien, ¿no vais a dejar de grabar nunca?", exclamaba muy tensa Tana Rivera, hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, para defender a Victoria Federica tras una velada en un restaurante de Madrid.

Cayetana Rivera y Victoria Federica son amigas desde hace años y han vuelto a presumir públicamente de su maravillosa relación con motivo de la corrida del torero Andrés Roca Rey -otro de los miembros de su exclusiva pandilla- en la plaza de toros de Las Ventas el viernes 24 de mayo.

Celebrando el éxito del peruano en su cita con el público madrileño, la hija de Eugenia Martínez de Irujo y la sobrina del Rey Felipe VI, acompañadas por Berenice Lobatón -hija de Paco Lobatón- y el influencer Tomás Páramo acudieron al hotel tras la faena para felicitar personalmente al diestro peruano antes de disfrutar de una cena.

Fue tras varias horas en el interior del local cuando Tana demostró su estrecha relación con Victoria Federica 'sacando las uñas' ante las cámaras para protegerla. Y es que algo debió sentar mal durante la cena a la infuencer, ya que antes de que abandonase el lugar la hija de Francisco Rivera se enfrentaba a la prensa para intentar que no grabasen a su amiga.

Viendo que no convencía a la prensa para abandonar el lugar, Tana salía minutos después del restaurante con Victoria agarrada de su brazo y no dudaba en acompañarla hasta el coche que la esperaba a pocos metros de allí. Y mientras la hija de la duquesa de Montoro se mostraba muy enfadada con la prensa, a la de la infanta Elena parecía no importarle en absoluto que la grabasen, sonriendo en todo momento antes de poner rumbo a su domicilio para descansar.