El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, ha reconocido su derrota frente al ultraderechista Javier Milei en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Inmediatamente después de su discurso, la autoridad electoral empezó a difundir resultados parciales. Con el 95% de los votos escrutados, Milei tenía el 55,8% y Massa el 44,2%. Si ese margen se mantiene, sería más amplio de lo previsto por todos los sondeos. Con una victoria de Milei, el país se inclinaría hacia la derecha en medio del descontento por la galopante inflación y el aumento de la pobreza. También dará poder a un legislador novato que se describe a sí mismo como anarcocapitalista. Milei, que ha sido frecuentemente comparado con el expresidente estadounidense Donald Trump, ha prometido una drástica reforma del Estado. Propuso recortar el tamaño del Estado y frenar la inflación, mientras que Massa advirtió de los efectos negativos de tales políticas. Massa, como una de las figuras más prominentes de una administración profundamente impopular, fue visto en su día con pocas posibilidades de victoria. Pero consiguió movilizar las redes de su partido peronista y se hizo con un primer puesto decisivo en la primera vuelta de las elecciones. Su campaña advirtió a los argentinos de que los planes de su oponente pondrían en peligro los servicios públicos y los programas de bienestar de los que muchos dependen. También llamó la atención sobre la retórica a menudo agresiva de su oponente y cuestionó abiertamente su agudeza mental.