La investigación por el robo del arma reglamentaria del jefe de la Policía Local se centra en las 120 horas transcurridas entre el jueves 22 y el lunes 26. En los cinco días que Benedicto Cacho estuvo fuera de su despacho, donde tenía la caja fuerte que robaron y en cuyo interior estaba el arma. Se están visionando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la jefatura. Una investigación que lleva la Policía Nacional. Ayer ya se hablaba de una rápida solución de este caso que ha puesto en una situación muy complicada al cuerpo de la policía municipal de Cáceres y a las medidas de seguridad dentro de la jefatura policial.

El concejal delegado de la Policía Local, Rafael Mateos, se expresó ayer en términos parecidos a los empleados un día antes por el subdelegado del Gobierno, José Carlos Bote, cuando repitió que todas las hipótesis están abiertas y que no se descarta que el autor pueda ser «alguien del propio cuerpo» de la policía. Confirmó que la pequeña caja fuerte donde Cacho tenía el arma apareció la mañana del miércoles en las traseras de la jefatura, en un descampado que está antes del centro comercial del AKI, y que la pistola y el cargador con munición, que también se llevaron del despacho de Cacho, todavía no habían aparecido ayer por la mañana cuando hacía sus declaraciones ante la prensa y a pocos metros de Cacho, que no realizó manifestaciones y que solo confirmó la denuncia del robo.

Para acceder desde la calle por la entrada principal de la jefatura al despacho del jefe de la Policía Local hay que pasar por el hall donde siempre hay un agente. De frente está el salón de actos, a la izquierda se encuentra el centro de control del tráfico y a la derecha están los despachos, entre ellos el de Benedicto Cacho.

El jefe de la Policía Local dejó su despacho cerrado cuando se fue el miércoles por la tarde y se lo encontró igual cuando volvió la mañana del martes, ni puerta ni ventanas se habían forzado y además la caja fuerte con el arma no se quedó a la vista, sino dentro de un armario. El autor del robo debía saber su contenido porque también se llevó un cargador con munición que había en el despacho.

El arma reglamentaria en la Policía Local es del calibre nueve milímetros parabellum. Es el calibre que se pedía en el concurso que se convocó para la adquisición de armas cortas, un contrato que se adjudicó a Beretta Benelli Ibérica y que se formalizó el 13 de febrero. El arma reglamentaria de Cacho sería una nueve milímetros parabellum beretta.

Llaves de los despachos tienen los servicios de limpieza, personal con el que la policía ya habría hablado, además podría haber copias de las llaves de las distintas dependencias en la jefatura, este último dato no ha podido ser confirmado por este diario. Ayer, al menos hasta primera hora de la tarde, no se habría tomado declaración a ningún agente de la Policía Local. Quien sí prestó declaración ayer por la mañana ante la Policía Nacional fue Cacho. Ayer, en el acto al que acudió en el palacio de las Cigüeñas, confirmó que ya había depositado la denuncia. La plantilla es de unos 150 funcionarios en activo. Gran parte de ellos han estado en los distintos turnos que estuvieron de servicio entre el jueves y el lunes. Además hay una veintena que están en segunda actividad.

Todas las armas de los agentes de la policía tienen su guía o documentación y están registradas. La tenencia de armas reglamentadas sin licencia o permisos necesarios se castiga con pena de prisión de uno a dos años, que pasa a ser de dos a tres cuando están alterados o borrados la marca de fábrica o el número. A lo anterior se sumaría la pena que correspondería a la sustracción de la caja con el arma en la jefatura de la policía.

En la jefatura habría cámaras de seguridad tanto en el exterior como en el interior y se cuenta con grabación e imágenes, según confirmó el ayuntamiento el pasado miércoles.

Esas imágenes se están visionando por la Policía Nacional. Si al final resultase que el autor es un miembro del cuerpo de la policía o ha participado en lo sucedido con la sustracción del arma, podría conllevar la separación y expulsión del servicio por la comisión de una falta muy grave. A la Policía Local se le aplica el mismo reglamento disciplinario que a la Policía Nacional.