El ayuntamiento tomará medidas para mejorar la seguridad de los peatones en la avenida de la Hispanidad, considerada un punto negro por la cantidad de atropellos que se registran, el último, el pasado miércoles, en el que una mujer resultó herida de gravedad y está en coma tras ser arrollada por un coche cuando cruzaba por un paso de peatones. La junta de gobierno estudiará hoy alternativas para incrementar la seguridad en ese tramo, aunque la alcaldesa Elena Nevado avanzó ayer algunas de las opciones que se barajan: la instalación de un radar que disuada a los conductores de superar la velocidad permitida en el tramo (50 kilómetros por hora, la habitual en un tramo urbano).

El contrato de Sice --la empresa que gestiona el control semafórico de la ciudad-- incluye un nuevo radar fijo, "que podría ser móvil, no solo para vigilar la avenida de la Hispanidad, sino también para otras vías que generan conflictividad, como Hernán Cortés", explicó la alcaldesa sobre las alternativas a estudio. Tampoco se descartan ahora los reductores de velocidad, según señaló Nevado, aunque ya en otras ocasiones se han desestimado por el frecuente paso de ambulancias por este punto.

Los vecinos del Espíritu Santo llevan años demandando medidas para proteger al peatón en esta avenida. "Los vecinos cruzan con miedo", aseguró ayer el presidente del colectivo vecinal, José Antonio Ayuso, que dice haber remitido varios escritos al consistorio solicitando medidas para evitar más accidentes en ese tramo.

El pasado mes de mayo el consistorio ya evaluó diferentes opciones, después de otro atropello en esa avenida. Entonces se barajó, además los reductores de velocidad, la posibilidad de fijar en 30 kilómetros por hora, la velocidad máxima en la avenida y se apuntó que la mayoría de los atropellos se producían allí a primera hora de la mañana, debido a que el sol deslumbra a los conductores.