Extremadura cuenta con 1.500 kilómetros de costa dulce, algo único en Europa occidental, un paraíso fluvial que dará lugar a cuatro nuevas rutas en barco por la geografía cacereña, unidas a las tres que se ofrecen en el Parque Natural del Tajo Internacional. Precisamente, 150.000 visitantes han disfrutado de estos trayectos en la frontera luso-cacereña durante los últimos siete años, una cifra extraordinaria que ha impulsado la creación de nuevos itinerarios con destino en Peña Cepeda, los Canchos de Ramiro y el entorno de Monfragüe. Las botaduras se realizarán en breve.

«La buena acogida de las primeras rutas por el Tajo Internacional ha sido destacada por la propia Asociación de Estaciones Naúticas, todo un referente en este turismo a nivel nacional, porque se trata de un lugar extraordinario pero un poco alejado del paso de los visitantes», explica Rafael Pintado, responsable de las rutas, organizadas tanto por la empresa propietaria de los barcos, Turismo de la Naturaleza de Extremadura, como por Factor Ocio, mayorista de turismo rural que comercializa las embarcaciones.

Tanto las propuestas que ya están en marcha como las nuevas no consisten en simples cruceros fluviales. «Los barcos son auténticas aula de naturaleza que van explicando todo lo relativo al medio ambiente pero también con criterios conservacionistas. Además de dar a conocer la flora y la fauna al mayor número posible de personas, nuestro objetivo es que quieran estos recursos y por tanto que ayuden a preservarlos», subraya Rafael Pintado. En el interior de los barcos existen modernos recursos divulgativos para hacer las veces de centros de interpretación sobre el agua.

BARCO DEL TAJO / Recorre desde hace siete años el Parque Natural del Tajo Internacional, un paraje de gran riqueza paisajística. La embarcación recibe el nombre de ‘Balcón del Tajo’ (80 pasajeros) y está promovida desde sus inicios desde la Diputación Provincial. Ofrece una forma diferente y necesaria de conocer la comarca, desde el agua, entre roquedos, riberos y especies amenazadas de singular belleza como la cigüeña negra, el buitre leonado y el alimoche, que sobreviven en la vegetación mediterránea.

El barco cubre tres rutas. La primera se denomina ‘La última frontera natural’, ya que discurre durante 22 kilómetros (2 horas) por la Raya, entre Cedillo y Herrera de Alcántara (y regreso). La segunda, ‘Corazón del Tajo’, va desde Herrera a Santiago de Alcántara (y regreso), con 22 kilómetros y 2 horas de duración. Sólo es posible entre el 1 de agosto y el 15 de enero para evitar molestias a las especies de aves reproductoras de este tramo. La tercera cubre Cedillo-Lentiscais-Castelo Branco (y regreso), denominada ‘Ruta del contrabando’. Transcurre por territorio español y portugués y puede disfrutarse todo el año con ciertas condiciones. Tiene un recorrido de 24 kilómetros y 2 horas aproximadas de duración. Además, la Cámara Municipal de Castelo Branco recoge a los turistas a su llegada en autocares y les facilita visitas guiadas, degustaciones gastronómicas, visitas a centros comerciales... También existe una opción, ‘Portugal a tu aire’, que incluye una noche en la ciudad lusa.

BARCO DEL ALCÁNTARA / Iniciará su singladura aproximadamente en un mes, a partir de la segunda quincena de marzo. Partirá de Alcántara (se está estudiando una mejora del lugar de embarque para dar más comodidad a los usuarios), un municipio con gran riqueza patrimonial, comenzando por su puente milenario y su convento benedictino.

La primera ruta navegará por el embalse de Alcántara, y, siguiendo su curso, remontará el cauce del río Alagón para continuar por los maravillosos espacios del Tajo Internacional, hasta Peña Cepeda (y regreso). Este itinerario se denominará ‘Contemplando a los guardianes’, puesto que termina en una zona rocosa que los buitres leonados utilizan para dormir, y ofrecen una estampa excepcional.

La segunda ruta comenzará el 1 de agosto para preservar la nidificación de las aves, y continuará hasta adentrarse en un lugar de importancia comunitaria en Extremadura, los Canchos de Ramiro, situados en la parte central de la cordillera de San Pablo. Se llamará ‘Ruta de los Gigantes’ en alusión a este singular paraje.

BARCO DE MONFRAGÜE / En este caso habrá dos rutas. Una de ellas partirá del embarcadero de Serradilla, siempre desde el 1 de agosto por protección medioambiental, y se quedará a kilómetro y medio del Salto del Gitano para no alterar la fauna del Parque Nacional de Monfragüe, cuyos límites no se traspasarán nunca, si bien los turistas disfrutarán igualmente de su entorno privilegiado. La segunda comenzará en primavera y será navegable todo el año entre los embarcaderos de Serradilla y Talaván. Permitirá adentrarse en el área de la Reserva de la Biosfera, «con multitud de aves que van a estar sobrevolando el barco en todo momento», destaca Rafael Pintado.

Estos recorridos han sido especialmente complicados de organizar por la singularidad de Monfragüe. Solo el papeleo se ha prolongado dos años. «Tenemos que agradecer el trabajo de los directores generales de Turismo y Medio Ambiente. Cumplimos escrupulosamente todas las limitaciones del parque porque así lo entendemos», subraya Pintado, que insiste en la necesidad de dar a conocer «las auténticas maravillas que tenemos al turismo».