Un establecimiento de restauración se ha sumado este mes a la oferta culinaria del centro de la ciudad: La Casa del Goloso, donde se come primero con los ojos. Allí todo invita a disfrutar: el diseño, la carta, el ambiente cultural… La Casa del Goloso, en la calle General Ezponda, es la primera aventura empresarial de ‘Milo’, hijo de Emilio Rey, conocido profesional de la restauración en Cáceres. En La Casa del Goloso, ‘Milo’ ha volcado toda su experiencia artística y conocimientos adquiridos durante su formación en Madrid. El resultado es una propuesta moderna, pero con el sabor tradicional e ingredientes de máxima excelencia. ‘Milo’, con 27 años, es un artista del sabor que elabora tartas caseras y cupcakes coloridos para todos los públicos, incluyendo veganos, celíacos e intolerantes a la lactosa. La oferta se complementa con bocadillos muy sugerentes. Unos churros recién elaborados in situ por un maestro churrero con su café Delta son la mejor forma de empezar la mañana.