Las enfermedades infecciosas están experimentando una disminución espectacular en los últimos años. De hecho, el año pasado se registraron en Cáceres capital casi 6.000 casos menos que hace cinco años.

Así, el total de casos de enfermedades infecciosas bajaron en Cáceres de los 6.469 que hubo en 1998 a 2.384 en 1999. Esta cifra apenas sufrió cambios en los dos años siguientes, registrándose 2.521 casos en el 2000 y 2.742 en el 2001, pero el año pasado la bajada volvió a ser de vértigo, dándose tan sólo 558 casos.

Aunque en general todas las enfermedades infecciosas han bajado, cabría destacar aquellas que se han reducido a cero. Entre éstas se encuentra, por ejemplo, la legionelosis, de la que en los últimos dos años no se ha producido ningún caso en Cáceres capital, aunque en la provincia se registraron el año pasado siete.

Tampoco ha habido en los últimos años en Cáceres ningún caso de botulismo, difteria, disentería, poliomelitis, rubéola, tétanos o triquinosis. La gripe ha bajado de los 5.768 casos registrados en 1998 a 233 el año pasado; la rubéola de 65 casos en el 98 a tan sólo uno en el 2002; la varicela de 580 a 290; y de meningitis hace tres años que no hay brotes.

También en la provincia todas las enfermedades infecciosas, o transmisibles, que son las que cualquier médico en ejercicio tiene la obligación de notificar a las autoridades sanitarias, tienden a la baja, "algunas en un descenso que se hace espectacular, como la rubéola o el sarampión, que dentro de muy poco serán enfermedades para el recuerdo, y otras con altibajos", indicó a EL PERIODICO EXTREMADURA Julián Mauro Ramos, jefe del servicio de epidemiología de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta.

CAMPAÑAS

En esta bajada, señaló Mauro, influyen especialmente dos variables, por una parte las campañas sanitarias, sobre todo las de vacunaciones, y por otra la mejora de las condiciones socioeconómicas.

Y es que según el jefe del servicio de epidemiología la bajada más acusada se aprecia en las enfermedades incluidas dentro del calendario de vacunaciones, "obviamente porque la cobertura es muy alta, porque la población de la provincia de Cáceres responde siempre muy bien a las vacunas"; así como también en enfermedades como las tifoideas, disenterías o tuberculosis, "muy directamente relacionadas con programadas sanitarios relativos a mejora de las aguas, alimenticias y, en definitiva, socioeconómicas".