Periodista

La fiebre por la peatonalización del centro ha llegado. Muchos meses de trabajo han sido necesarios para que los vehículos dejen de pasear alegremente por el casco viejo, lo que ofrecía una "mala imagen" de la parte antigua, más acorde con el fluxus happening del Vostell malpartideño que de una ciudad amurallada del siglo XVI.

Pero el gobierno municipal no quiere quedarse corto en esto de la peatonalización y todavía puede llegar alguna sorpresa más antes de que finalice la actual legislatura. Saponi lo tiene claro, fuera colesterol y ¡todos a pasear, que es muy sano!. Parece que el tiempo va a dar toda la razón al alcalde. Si no, sólo basta con preguntar a cualquiera de los conductores que se vieron encerrados esta semana en Mira al Río, con el corte del tráfico por las obras de parcheo que se realizan en la ciudad. Estos sufridores ciudadanos se pensarán dos veces si vuelven a coger el coche ante los muchos inconvenientes que se encuentran a la hora de circular.

La colocación de un radar móvil, las bandas sonoras que rompen parte de la compra hecha en Carrefour, la presencia de vehículos pesados por el centro, las ´ratonas´ sorteando los carriles o los repartidores en doble fila son otras de las razones para dejar el coche en casa y optar por la tan ansiada peatonalización. Habrá que decidirse por el siempre puntual autobús urbano, un transporte que nada tiene que envidiar a las evoluciones en los tramos de Carlos Sáinz, eso sí, sin Luis Moya, porque advertimos: "Con el conductor no se habla" o, al menos, eso dice el cartel que se expone en la mampara del chófer.